“Pensar la cuestión indígena exige de todos nosotros una reconversión de categorías y tomar distancia de nosotros mismos. No se trata solo de devolver tierras sino de respetar territorios donde otros modos de vida y de organización social y política sean posibles. Lo que parecen utopías son espacios reales donde la calidad de vida es un hecho cuando se han respetado las condiciones necesarias. Los pueblos indígenas son memoria de futuro, no harapos de un pasado sobrante del que uno puede deshacerse alegremente. Sobre todo en ecología y medio ambiente, las grandes áreas y territorios indígenas se manifiestan como reservas de gran valor para el futuro del país. Si no hubiera indígenas, habría que inventarlos.”
viernes, 11 de junio de 2010
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