viernes, 20 de noviembre de 2009
jueves, 12 de noviembre de 2009
Unitel: ¿Una reconciliación con la verdad?
Soledad Antelo, periodista
Ayer, el canal Unitel transmitió en Santa Cruz en un programa de “opinión” el resultado de las encuestas que había encargado a una consultora. Estaba a punto de castigar a esta cadena televisiva con el zapping, pero me contuve. Curiosa por saber cuán imaginativos estarían para continuar con más de lo mismo, pensé: seguro que ahora nos vienen con el cuento de que la segunda vuelta en diciembre es inminente, que Evo cae y cae y ¿Manfred y/o Samuel? suben y suben…
Pero, curiosamente, nada de eso dijeron. Dieron resultados en las mismísimas narices de don Manfred Reyes Villa. El “Bombón” tuvo que hacer mucho esfuerzo para que no se le avinagre la sonrisa artística que suele lucir en estos casos. No era para menos: los resultados parecen contravenir sus más íntimos deseos de constituirse en el líder de la oposición de derecha para los próximos cinco años.
Aceptar que Evo Morales ganaría por más de cuarenta puntos a su inmediato seguidor es admitir que la inmensa mayoría del pueblo boliviano tiene ya decidida su opción. Números más, números menos, lo cierto es que esta elección, no por el resultado predecible del 6 de diciembre, tiene una importancia fundamental para el giro que viene dando nuestro país y la región en estos últimos años.
Se trata de lograr una mayoría suficiente que permita que la nueva Constitución Política del Estado finalmente pueda traducirse en un ordenamiento legal que ponga en marcha un cambio trascendental e histórico. Entre otras, es previsible que ese nuevo ordenamiento jurídico facilite una verdadera y auténtica democratizació n de los diferentes poderes del Estado; entre ellos, el Judicial y el Electoral.
Precisamente ése es el sentido último que hay que interpretar de esta manifiesta mayoría: a pesar de un andamiaje mediático que ha procurado (y todavía procura) torcer el sentido común del ciudadano, la vitalidad de este cambio no se atenúa luego de más de tres años de gestión del Presidente Evo Morales. Por el contrario, ocurre un fenómeno político que es único en nuestro país y ejemplo para la comunidad democrática: cambios en paz, en consulta con la ciudadanía, en armonía con las reglas democráticas que el neoliberalismo, en su época de esplendor, consideraba perfectas e irrefutables.
Un confeso mirista mediocre aconsejó hace unos días favorecer a la oposición de derecha con un voto regionalizado, promoviendo el apoyo a aquellos candidatos mejor perfilados en cada departamento para evitar una apabullante derrota. Sano y diáfano consejo sería “votar por Manfred Reyes Villa en Beni, Chuquisaca, Cochabamba, Pando, Santa Cruz, y Tarija; habría que votar por Samuel Doria Medina en La Paz y Oruro; y votar por René Joaquino en Potosí”; si no mediara la mezquindad de la propuesta.
Y eso es precisamente lo que quedó develado en el programa de Unitel de anoche: Manfred Reyes Villa, ungido por las malas como el líder de la oposición, no tiene ninguna propuesta que hacer al país, salvo ese leit motiv de sus mandantes: oponerse a cómo de lugar al proceso de cambio.
Razones por demás claras para una ciudadanía que día a día abre los ojos y cierra los oídos a las mentiras mediáticas. Tanto asustaron con que se anularía la propiedad privada, que Dios sería expulsado del territorio nacional, que el país se hundiría por la invasión de las “hordas masistas” y otros infundios, que ahora, por más que griten que viene el lobo, ya nadie les cree.
Quizá por ello Unitel abogue ahora por decir la verdad; el sentido común aconseja recuperar la credibilidad para cargar baterías para nuevas contiendas. Abril está próximo, y eso pesa mucho en el ánimo de una oposición que ve cómo la estrategia de regionalizar el poder para promover el enfrentamiento ya no encandila a los muchos ciudadanos que, hasta hace menos de un año, creían ingenua y firmemente en propuestas dizque autonomistas.
Dándole el beneficio de la duda a la encuesta de marras, la lectura da para pensar que es posible un triunfo del MAS IPSP en todos los departamentos del país. Que veinte senadores ya visten de azul, negro y blanco, y que cuatro más pueden ampliar esta lista. Y que podrá superarse el histórico 54% de la anterior elección…
Manfred, ¿huirás del país antes o después de conocido el escrutinio?
PS. De yapa, diré que no creo en las encuestas, ni aún cuando éstas se muestran favorables a nuestros deseos. Eso sí, tengo la certeza de que el pueblo, una vez más, las (y los) derrotará, y de lejos…
Ayer, el canal Unitel transmitió en Santa Cruz en un programa de “opinión” el resultado de las encuestas que había encargado a una consultora. Estaba a punto de castigar a esta cadena televisiva con el zapping, pero me contuve. Curiosa por saber cuán imaginativos estarían para continuar con más de lo mismo, pensé: seguro que ahora nos vienen con el cuento de que la segunda vuelta en diciembre es inminente, que Evo cae y cae y ¿Manfred y/o Samuel? suben y suben…
Pero, curiosamente, nada de eso dijeron. Dieron resultados en las mismísimas narices de don Manfred Reyes Villa. El “Bombón” tuvo que hacer mucho esfuerzo para que no se le avinagre la sonrisa artística que suele lucir en estos casos. No era para menos: los resultados parecen contravenir sus más íntimos deseos de constituirse en el líder de la oposición de derecha para los próximos cinco años.
Aceptar que Evo Morales ganaría por más de cuarenta puntos a su inmediato seguidor es admitir que la inmensa mayoría del pueblo boliviano tiene ya decidida su opción. Números más, números menos, lo cierto es que esta elección, no por el resultado predecible del 6 de diciembre, tiene una importancia fundamental para el giro que viene dando nuestro país y la región en estos últimos años.
Se trata de lograr una mayoría suficiente que permita que la nueva Constitución Política del Estado finalmente pueda traducirse en un ordenamiento legal que ponga en marcha un cambio trascendental e histórico. Entre otras, es previsible que ese nuevo ordenamiento jurídico facilite una verdadera y auténtica democratizació n de los diferentes poderes del Estado; entre ellos, el Judicial y el Electoral.
Precisamente ése es el sentido último que hay que interpretar de esta manifiesta mayoría: a pesar de un andamiaje mediático que ha procurado (y todavía procura) torcer el sentido común del ciudadano, la vitalidad de este cambio no se atenúa luego de más de tres años de gestión del Presidente Evo Morales. Por el contrario, ocurre un fenómeno político que es único en nuestro país y ejemplo para la comunidad democrática: cambios en paz, en consulta con la ciudadanía, en armonía con las reglas democráticas que el neoliberalismo, en su época de esplendor, consideraba perfectas e irrefutables.
Un confeso mirista mediocre aconsejó hace unos días favorecer a la oposición de derecha con un voto regionalizado, promoviendo el apoyo a aquellos candidatos mejor perfilados en cada departamento para evitar una apabullante derrota. Sano y diáfano consejo sería “votar por Manfred Reyes Villa en Beni, Chuquisaca, Cochabamba, Pando, Santa Cruz, y Tarija; habría que votar por Samuel Doria Medina en La Paz y Oruro; y votar por René Joaquino en Potosí”; si no mediara la mezquindad de la propuesta.
Y eso es precisamente lo que quedó develado en el programa de Unitel de anoche: Manfred Reyes Villa, ungido por las malas como el líder de la oposición, no tiene ninguna propuesta que hacer al país, salvo ese leit motiv de sus mandantes: oponerse a cómo de lugar al proceso de cambio.
Razones por demás claras para una ciudadanía que día a día abre los ojos y cierra los oídos a las mentiras mediáticas. Tanto asustaron con que se anularía la propiedad privada, que Dios sería expulsado del territorio nacional, que el país se hundiría por la invasión de las “hordas masistas” y otros infundios, que ahora, por más que griten que viene el lobo, ya nadie les cree.
Quizá por ello Unitel abogue ahora por decir la verdad; el sentido común aconseja recuperar la credibilidad para cargar baterías para nuevas contiendas. Abril está próximo, y eso pesa mucho en el ánimo de una oposición que ve cómo la estrategia de regionalizar el poder para promover el enfrentamiento ya no encandila a los muchos ciudadanos que, hasta hace menos de un año, creían ingenua y firmemente en propuestas dizque autonomistas.
Dándole el beneficio de la duda a la encuesta de marras, la lectura da para pensar que es posible un triunfo del MAS IPSP en todos los departamentos del país. Que veinte senadores ya visten de azul, negro y blanco, y que cuatro más pueden ampliar esta lista. Y que podrá superarse el histórico 54% de la anterior elección…
Manfred, ¿huirás del país antes o después de conocido el escrutinio?
PS. De yapa, diré que no creo en las encuestas, ni aún cuando éstas se muestran favorables a nuestros deseos. Eso sí, tengo la certeza de que el pueblo, una vez más, las (y los) derrotará, y de lejos…
martes, 13 de octubre de 2009
El “Privatizador” ofrece trabajo
Fortunato Esquivel
Hace 17 años, comenzó a ejecutarse el “trabajo sucio” más deshonesto que a los políticos puede tocar desempeñar. Se trata del proceso de descapitalizació n del Estado. La venta de sus empresas a precios de “perro muerto” y cuyo único objetivo era enriquecer a los que administraban robando y robaban administrando Bolivia.
Los gobernantes neoliberales, al mando de Jaime Paz Zamora, su gabinete y el principal operador del asalto a las instituciones del Estado, Samuel Doria Medina, aprobaron en 1992, el Decreto 22836, calificado como el más importante de esa gestión.
En el contexto de la Nueva Política Económica (NPE), el consenso neoliberal se esforzaba en convencer al pueblo sobre la necesidad de garantizar el crecimiento económico con equidad, mediante el regalo de la cosa del Estado, en beneficio de ellos mismos.
Doria Medina era decidido teórico para reorganizar la actividad económica en esa coyuntura mediante la aplicación de una economía de mercado. Predicaba hasta el hartazgo que las fuerzas del mercado, la oferta y la demanda debían definir la actividad productiva y el destino de Bolivia.
Estos políticos que, por entonces ya habían cruzado ríos de sangre” estaban decididos en la necesidad de un cambio en la titularidad de los medios de producción pasándolas a manos del sector privado, como el más importante de los cambios en la economía boliviana de ese tiempo.
Las falsas intencionalidades de ese decreto, apuntaban a “Democratizar la propiedad de los medios de producción”. Eran sin duda, declaraciones de buenas intenciones. El pueblo estaba claramente impedido de acceder a la compra de acciones de estas empresas.
La concentración de la riqueza, fue el resultado frente a la “promesa” de democratizar la propiedad de los medios de producción. La marginación de las grandes mayorías, del proceso económico, fue evidente al terminar la venta de lo que era de todos.
Como hasta el 6 de diciembre, estaremos sometidos a un “bombardeo” de mentiras y cantos de sirena, para convencernos de los “angelitos” que fueron los ahora candidatos de oposición, es preciso solo recordar, el regalo de decenas y decenas de empresas del Estado, ahora en poder de ellos mismos en buena cantidad de casos.
La siguiente es la lista de empresas de las ahora desaparecidas Corporaciones Regionales de Desarrollo, vendidas a precio de “perro muerto”, durante la gestión de Samuel Doria Medina, como ministro de Planeamiento y Coordinación, encargado de la privatización:
NOMBRE DE LA EMPRESA RAZON COMERCIAL CORPORACION
01.- Hiland. Santa Cruz HILANCRUZ Santa Cruz
02.- Planta Ind. de Leche PIL-SC Santa Cruz
03.- Planta Ind. de Leche PIL-CBBA Cochabamba
04.- Fab. Alim. Balanceados ALBAT Tarija
05.- Planta de Tarhui TARHUI Cochabamba
06.- Planta Elab. Queso San Javier SAN JAVIER Santa Cruz
07.- Planta Ind. de Leche PIL-TARIJA Tarija
08.- Cabaña Lechera Santos-Paz CALETSA Santa Cruz
09.- Planta Ind. de Leche PIL-SUCRE Chuquisaca
10.- Centro Vitivinícola CEVTTI Tarija
11.- Ind. Avícolas de Tarija AVTAR Tarija
12.- Emp. Tarijeña de Gas ENTAGAS Tarija
13.- Prog. Agr. de Oleag. y Maíz PAOM Tarija
14.- Hotel Asahi ASAHI Santa Cruz
15.- Fab. Losetas Montero LOS MONTERO Santa Cruz
16.- Ind. Metálicas INMETAL La Paz
17.- Planta Ind. de Leche PIL-LA PAZ La Paz
18.- Aserr. Chimanes San Borja CHIMANES Beni
19.- Planta de Silos Sachojere SACHOJERE Beni
20.- Emp. De Semilla Mejorada EPSM Beni
21.- Empr. Ganadera FONBENI-COTESU FONBENI Beni
22.- Ind. Agr. Bermejo IAB Tarija
23.- Fab. De Cemento El Puente FACP Tarija
24.- Fab. Nal. de Vidrio Plano FANVIPLAN La Paz
25.- Fab. Bol. De Cerámica FABOCE Cochabamba
26.- Fab.de Cerámica Roja Roboré CR. ROBORE Santa Cruz
27.- Em. Nal. de la Castaña ENACA Beni
28.- Fab. De Cerámica Roja Camiri CR. CAMIRI Santa Cruz
29.- Fab. Cerámica Roja Oruro CR. ORURO Oruro
30.- Planta Ind. de Té Chimate CHIMATE La Paz
31.- Sist. Agua Potable Cobija APC Pando
32.- Fab. Objetos de Peltre PELTRE Oruro
33.- Proy. Gand. Todos Santos Hirtner HIRTNER Santa Cruz
34.- Fab. Cerámica Roja Cobija CR. COBIJA Pando
35 Procesamiento de Quinua PIQUIN La Paz
36.- Emp. Fores. Pecuaria Tariquia TARIQUIA Tarija
37.- Cristales Oscar Alfaro CRIOSAL Tarija
38.- Cent. Agrop. Des. del Altiplano CADEA Oruro
39.- Frigorífico Los Andes LOS ANDES La Paz
40.- Taller de Cerámica CERAMICA Chuquisaca
41.- Cerámica Roja Trinidad CR. TRINIDAD Beni
42.- Ingenio Azucarero Guabirá GUABIRA Santa Cruz
43.- Fab. Aceite Com. Villamontes FAC-VILLA Tarija
44.- Fab. de Té Chapare CHAPARE Cochabamba
45.- Fab. Nal. Cemento S.A. FANCESA Chuquisaca
46.- Planta Laminadora de Goma LAMIGOSA Beni
47.- Prod. Alim. de Maíz Mairana PAM Santa Cruz
48.- Hotel Terminal TERMINAL Oruro
49.- Línea Aérea Imperial LAI Potosí
50.- Fab. Alim. Balanc. Portachuelo ALBAPOR Santa Cruz
51.- Terminal de Buses Oruro TERMBUSES Oruro
52.- Sal Yodada La Entrerriana ENTRERRIANA Tarija
53.- Fab. de Cadenas CASAM Oruro
54.- Telef. Automáticos de Cobija COTECO Pando
55.- Emp. Ganadera Remes REMES Beni
56.- Ind. de Papel Sidras Tarija IPTASA Tarija
57.- Serv.Ener. Elect. de Cobija SEC Pando
58.- Planta de Ají AJI Chuquisaca
59.- Planta de Pollos BB POLLOS BB Chuquisaca
60.- Criadero de Truchas Piusilla PIUSILLA Cochabamba
Así comenzó la venta de las joyas de la Madre Bolivia. Después de 17 años, es más fácil observar a los beneficiarios de la depredación. ¿Quiénes son los nuevos dueños?, ¿vendieron o se vendieron a sí mismos las empresas del Estado?. El principal privatizador, ofrece ahora convertirnos en “sus” trabajadores. Él mismo se adjudicó las cementeras ¿o no?.
Esto sólo fue el inicio de la descapitalizació n, los siguientes en el gobierno, desnudarían completamente a la Madre Patria. Serían los mayoristas de la venta. Las empresas más grandes de Bolivia, fueron entregadas a las transnacionales, pero ésa es otra historia, que también la debemos recordar, en otra ocasión.
//////////// / SCZ 12/10/09
Hace 17 años, comenzó a ejecutarse el “trabajo sucio” más deshonesto que a los políticos puede tocar desempeñar. Se trata del proceso de descapitalizació n del Estado. La venta de sus empresas a precios de “perro muerto” y cuyo único objetivo era enriquecer a los que administraban robando y robaban administrando Bolivia.
Los gobernantes neoliberales, al mando de Jaime Paz Zamora, su gabinete y el principal operador del asalto a las instituciones del Estado, Samuel Doria Medina, aprobaron en 1992, el Decreto 22836, calificado como el más importante de esa gestión.
En el contexto de la Nueva Política Económica (NPE), el consenso neoliberal se esforzaba en convencer al pueblo sobre la necesidad de garantizar el crecimiento económico con equidad, mediante el regalo de la cosa del Estado, en beneficio de ellos mismos.
Doria Medina era decidido teórico para reorganizar la actividad económica en esa coyuntura mediante la aplicación de una economía de mercado. Predicaba hasta el hartazgo que las fuerzas del mercado, la oferta y la demanda debían definir la actividad productiva y el destino de Bolivia.
Estos políticos que, por entonces ya habían cruzado ríos de sangre” estaban decididos en la necesidad de un cambio en la titularidad de los medios de producción pasándolas a manos del sector privado, como el más importante de los cambios en la economía boliviana de ese tiempo.
Las falsas intencionalidades de ese decreto, apuntaban a “Democratizar la propiedad de los medios de producción”. Eran sin duda, declaraciones de buenas intenciones. El pueblo estaba claramente impedido de acceder a la compra de acciones de estas empresas.
La concentración de la riqueza, fue el resultado frente a la “promesa” de democratizar la propiedad de los medios de producción. La marginación de las grandes mayorías, del proceso económico, fue evidente al terminar la venta de lo que era de todos.
Como hasta el 6 de diciembre, estaremos sometidos a un “bombardeo” de mentiras y cantos de sirena, para convencernos de los “angelitos” que fueron los ahora candidatos de oposición, es preciso solo recordar, el regalo de decenas y decenas de empresas del Estado, ahora en poder de ellos mismos en buena cantidad de casos.
La siguiente es la lista de empresas de las ahora desaparecidas Corporaciones Regionales de Desarrollo, vendidas a precio de “perro muerto”, durante la gestión de Samuel Doria Medina, como ministro de Planeamiento y Coordinación, encargado de la privatización:
NOMBRE DE LA EMPRESA RAZON COMERCIAL CORPORACION
01.- Hiland. Santa Cruz HILANCRUZ Santa Cruz
02.- Planta Ind. de Leche PIL-SC Santa Cruz
03.- Planta Ind. de Leche PIL-CBBA Cochabamba
04.- Fab. Alim. Balanceados ALBAT Tarija
05.- Planta de Tarhui TARHUI Cochabamba
06.- Planta Elab. Queso San Javier SAN JAVIER Santa Cruz
07.- Planta Ind. de Leche PIL-TARIJA Tarija
08.- Cabaña Lechera Santos-Paz CALETSA Santa Cruz
09.- Planta Ind. de Leche PIL-SUCRE Chuquisaca
10.- Centro Vitivinícola CEVTTI Tarija
11.- Ind. Avícolas de Tarija AVTAR Tarija
12.- Emp. Tarijeña de Gas ENTAGAS Tarija
13.- Prog. Agr. de Oleag. y Maíz PAOM Tarija
14.- Hotel Asahi ASAHI Santa Cruz
15.- Fab. Losetas Montero LOS MONTERO Santa Cruz
16.- Ind. Metálicas INMETAL La Paz
17.- Planta Ind. de Leche PIL-LA PAZ La Paz
18.- Aserr. Chimanes San Borja CHIMANES Beni
19.- Planta de Silos Sachojere SACHOJERE Beni
20.- Emp. De Semilla Mejorada EPSM Beni
21.- Empr. Ganadera FONBENI-COTESU FONBENI Beni
22.- Ind. Agr. Bermejo IAB Tarija
23.- Fab. De Cemento El Puente FACP Tarija
24.- Fab. Nal. de Vidrio Plano FANVIPLAN La Paz
25.- Fab. Bol. De Cerámica FABOCE Cochabamba
26.- Fab.de Cerámica Roja Roboré CR. ROBORE Santa Cruz
27.- Em. Nal. de la Castaña ENACA Beni
28.- Fab. De Cerámica Roja Camiri CR. CAMIRI Santa Cruz
29.- Fab. Cerámica Roja Oruro CR. ORURO Oruro
30.- Planta Ind. de Té Chimate CHIMATE La Paz
31.- Sist. Agua Potable Cobija APC Pando
32.- Fab. Objetos de Peltre PELTRE Oruro
33.- Proy. Gand. Todos Santos Hirtner HIRTNER Santa Cruz
34.- Fab. Cerámica Roja Cobija CR. COBIJA Pando
35 Procesamiento de Quinua PIQUIN La Paz
36.- Emp. Fores. Pecuaria Tariquia TARIQUIA Tarija
37.- Cristales Oscar Alfaro CRIOSAL Tarija
38.- Cent. Agrop. Des. del Altiplano CADEA Oruro
39.- Frigorífico Los Andes LOS ANDES La Paz
40.- Taller de Cerámica CERAMICA Chuquisaca
41.- Cerámica Roja Trinidad CR. TRINIDAD Beni
42.- Ingenio Azucarero Guabirá GUABIRA Santa Cruz
43.- Fab. Aceite Com. Villamontes FAC-VILLA Tarija
44.- Fab. de Té Chapare CHAPARE Cochabamba
45.- Fab. Nal. Cemento S.A. FANCESA Chuquisaca
46.- Planta Laminadora de Goma LAMIGOSA Beni
47.- Prod. Alim. de Maíz Mairana PAM Santa Cruz
48.- Hotel Terminal TERMINAL Oruro
49.- Línea Aérea Imperial LAI Potosí
50.- Fab. Alim. Balanc. Portachuelo ALBAPOR Santa Cruz
51.- Terminal de Buses Oruro TERMBUSES Oruro
52.- Sal Yodada La Entrerriana ENTRERRIANA Tarija
53.- Fab. de Cadenas CASAM Oruro
54.- Telef. Automáticos de Cobija COTECO Pando
55.- Emp. Ganadera Remes REMES Beni
56.- Ind. de Papel Sidras Tarija IPTASA Tarija
57.- Serv.Ener. Elect. de Cobija SEC Pando
58.- Planta de Ají AJI Chuquisaca
59.- Planta de Pollos BB POLLOS BB Chuquisaca
60.- Criadero de Truchas Piusilla PIUSILLA Cochabamba
Así comenzó la venta de las joyas de la Madre Bolivia. Después de 17 años, es más fácil observar a los beneficiarios de la depredación. ¿Quiénes son los nuevos dueños?, ¿vendieron o se vendieron a sí mismos las empresas del Estado?. El principal privatizador, ofrece ahora convertirnos en “sus” trabajadores. Él mismo se adjudicó las cementeras ¿o no?.
Esto sólo fue el inicio de la descapitalizació n, los siguientes en el gobierno, desnudarían completamente a la Madre Patria. Serían los mayoristas de la venta. Las empresas más grandes de Bolivia, fueron entregadas a las transnacionales, pero ésa es otra historia, que también la debemos recordar, en otra ocasión.
//////////// / SCZ 12/10/09
lunes, 20 de julio de 2009
La segunda independencia de nuestra América propagada
De sábado a sábado
Remberto Cárdenas Morales*
Necesidad de la segunda y definitiva independencia de nuestra América, unidad de nuestros pueblos y naciones, fin de la dependencia del imperio, solidaridad con los pueblos en lucha, cooperación e integración entre las naciones sometidas al atraso, defensa de la democracia participativa, respeto y realización de los derechos humanos, nuestros pueblos actores fundamentales de los cambios en Sur y Centroamérica (incluido el Caribe), exclusión de la guerra entre estados y naciones, rechazo a las bases militares en tanto espacios para la agresión, constitución de gobiernos y de estados en los procesos independentistas, papel de las personalidades en las transformaciones (de la primera independencia y de la actual), las revoluciones (antes y ahora), la urgencia de luchar por la libertad y el derecho a la rebelión de los patriotas de la guerra de la primera independencia. Ésas, entre otras ideas, se propagaron durante las celebraciones del Bicentenario de la Revolución del 16 de julio de 1809.
Es el derecho a la rebelión de los paceños, el rechazo de toda forma de dominación injusta, parte de la Declaración de los Derechos del Hombre y del Ciudadano, principio puesto a prueba en las revoluciones burguesas de Europa y, especialmente, en Francia (1789).
En lo que fueron las “desgraciadas colonias” de España hubo una forma de rebelión encubierta, la desobediencia, cuando se decía que se acataba lo que disponían los reyes de España, pero no se cumplía. Entonces se afirmaba que luchar contra un régimen despótico (el de la colonia española lo era) constituía un deber sagrado.
El derecho de nuestros pueblos a la insurrección popular fue recogido incluso por el Papa Pablo VI. Ese derecho es el que el Presidente Constitucional de Honduras cree que debe ser ejercido por el pueblo hondureño para expulsar a los golpistas del poder que, ilegal e ilegítimamente, detentan en el país centroamericano. Esa idea ha sido retomada estos días en La Paz y aquella propuesta de Zelaya, creemos, en nada lastima la línea de las elecciones que, aquí en Bolivia y como una forma de lucha, se realizarán en diciembre de este año.
La libertad, principio y práctica que comprende el rechazo a todo tipo de vasallaje, especialmente político, ha sido retomado con fuerza en los discursos gubernamentales y municipales. Así se propugnó la necesidad de contar con pensamiento propio, con gobierno boliviano, con territorio liberado y nada de tutelaje, por tanto, con autodeterminación plena.
Resume ese pensamiento: “Bolivia libre sí, colonia yanqui no”, consigna límpida que los antiimperialistas bolivianos (y latinoamericanos) enarbolamos mucho antes de que un partido, que acabó en la derecha, tomara como nombre la primera parte de esa proclama.
La segunda y definitiva independencia de nuestros pueblos y países es un planteamiento que tiene un basto alcance. Más allá de interpretaciones que respetamos, como la que refiere que cuando se fundaron las repúblicas latinoamericanos, luego de la primera guerra por la independencia, en realidad no hubo emancipación alguna, nosotros pensamos que, a pesar de todo, hubo independencia política, aunque la dependencia económica se preservó como acto sucesivo a la victoria de los patriotas en la guerra liberadora, en la que concurrieron varias formas de la lucha. Por ello, posteriormente se aportó con una definición de las relaciones internacionales de los nuevos estados surgidos luego de los alzamientos indígenas, guerrillas independentistas y guerra regular sostenida por ejércitos también regulares.
La primera emancipación de la América nuestra (obra de indígenas y criollos, como dijo Evo Morales en ocasión del Bicentenario de la Revolución paceña), se entiende como un proceso inconcluso. Por ello, resulta acertada la segunda y definitiva independencia, la que debe concebirse como una etapa esencialmente antiimperialista de la revolución latinoamericana.
Se levantó con fuerza la solidaridad, esto es, el apoyo político entre nuestros pueblos, especialmente cuando están en movimiento y luchan. Estos días el respaldo se reiteró al pueblo hondureño que con múltiples acciones resiste al golpe, al que espera derrotar y, en consecuencia, restituir a Zelaya en el gobierno. Solidaridad, que va más allá de un manifiesto y del aliento a los compañeros en acción, es una parte de aquélla. La otra, tanto o quizá más importante, es la que emprenden nuestros pueblos cuando en su respectivo territorio combaten a los mismos enemigos a los que enfrentan los que reciben la solidaridad política. Cabe subrayar que la derrota de los golpistas en Honduras, será una manera concreta de cerrar el paso a un riesgoso mal ejemplo, será defendernos a nosotros, salir por los fueros de los cambios bolivianos y latinoamericanos.
La unidad de los pueblos latinoamericanos es otra tarea programática que tiene que construirse todos los días. Esta otra idea-fuerza estuvo presente en el discurso y en la acción de los libertadores del siglo XIX, sin que se haya materializado de manera completa y sostenida. Ejemplos de esos intentos son la Gran Colombia propuesta por Simón Bolívar, la Confederación Perú-Boliviana y la República Federal de Centroamérica enarbolada por Francisco Morazán; alianzas a las que sólo se opusieron los imperialistas nacientes y las “roscas” criollas de ese tiempo. Ahora, la integración, la colaboración, la unión de nuestros pueblos y países constituyen un deber ser ineludible, un camino a recorrer: elementos constitutivos de la segunda y definitiva independencia de nuestra América. Es imprescindible, por tanto, subrayar sobre este asunto que sólo a los enemigos de nuestros pueblos y países les interesa que vivamos y luchemos separados. La unión hace la fuerza es lo contrario de: divide para reinar. Estas verdades sencillas por su forma, pero cuya profundidad pocos ponen en duda, han sido dichas y practicadas por los héroes de la primera emancipación inconclusa. El Libertador en un mensaje a los habitantes del Río de la Plata plantea la “unidad en la América Meridional” y Francisco Morazán (nacido en Tegucigalpa y líder centroamericano) considera como una “combinación admirable” lo que denomina “La alianza de los pueblos americanos”. Viene, pues, de lejos la divisa unitaria de los pueblos de esta región la que, además, se construye y se manifiesta en ejemplos promisorios, los que sacan de quicio a imperialistas y empresarios transnacionales.
Sobre la preservación de la democracia, la actual, limitada todavía sobre todo porque lo que producimos (y cómo producimos) no alcanza para repartir de manera que favorezca más y en mayores porcentajes a los que menos tienen, no es la forma de gobierno con la que debamos conformarnos. En rigor, se trata de que en la democracia en funciones se articule otra: la del pueblo, por el pueblo y para el pueblo. Para nuestro gusto eso será, en materia política, el socialismo plurinacional. Sin embargo, para llegar a esta otra formación económica y social es necesario llevar hasta el fin el actual proceso de reformas avanzadas, del que tenemos que ampliar sus luces y achicar sus sombras. Esto quiere decir defender los cambios, consolidarlos y avanzar con botas de siete leguas.
Desde la derecha, como si las celebraciones del Bicentenario hubieran caído en falta gravísima, se dice que se han producido hechos políticos antes que sucesos cívicos. Pero son imposibles las horas cívicas formalistas o que la unción cívica sea químicamente pura. Más aún, un acontecimiento político, como fue el alzamiento popular y la formación de un gobierno propio, el 16 de julio de 1809, no debía celebrarse sin las ideas reseñadas en esta nota. Para decir lo menos, el Bicentenario cobró tres dimensiones: ideológicas, políticas y culturales.
Las ideas-fuerza que se han reproducido fragmentariamente aquí, las que deben entenderse como una extensión de la Proclama de la Junta Tuitiva para este tiempo (lo que no olvida las obras municipales paceñas por las que se saca pecho), están destinadas a la lucha de ideas, a “sembrar conciencia” (como dice Fidel). Por eso, las reproducidas y otras más deben incorporarse en un programa, en algo por lo que debemos luchar en forma resuelta. Sobre todo ahora que incluso desde el gobierno se pide a los movimientos sociales que elaboren programas para una etapa inmediata de la transición boliviana.
Para que la campaña electoral hasta diciembre sea avanzada por sus perfiles y por su esencia se tiene que ofrecer un programa de todo el pueblo, conseguir una organización eficaz y eficiente, lograr la unidad más amplia posible y una conciencia política agigantada. Sólo así se conseguirá una victoria de veras contundente y se caminará en la defensa, consolidación y profundización de los cambios en la formación social boliviana.
La Paz, 18 de julio de 2009.
*Periodista
Remberto Cárdenas Morales*
Necesidad de la segunda y definitiva independencia de nuestra América, unidad de nuestros pueblos y naciones, fin de la dependencia del imperio, solidaridad con los pueblos en lucha, cooperación e integración entre las naciones sometidas al atraso, defensa de la democracia participativa, respeto y realización de los derechos humanos, nuestros pueblos actores fundamentales de los cambios en Sur y Centroamérica (incluido el Caribe), exclusión de la guerra entre estados y naciones, rechazo a las bases militares en tanto espacios para la agresión, constitución de gobiernos y de estados en los procesos independentistas, papel de las personalidades en las transformaciones (de la primera independencia y de la actual), las revoluciones (antes y ahora), la urgencia de luchar por la libertad y el derecho a la rebelión de los patriotas de la guerra de la primera independencia. Ésas, entre otras ideas, se propagaron durante las celebraciones del Bicentenario de la Revolución del 16 de julio de 1809.
Es el derecho a la rebelión de los paceños, el rechazo de toda forma de dominación injusta, parte de la Declaración de los Derechos del Hombre y del Ciudadano, principio puesto a prueba en las revoluciones burguesas de Europa y, especialmente, en Francia (1789).
En lo que fueron las “desgraciadas colonias” de España hubo una forma de rebelión encubierta, la desobediencia, cuando se decía que se acataba lo que disponían los reyes de España, pero no se cumplía. Entonces se afirmaba que luchar contra un régimen despótico (el de la colonia española lo era) constituía un deber sagrado.
El derecho de nuestros pueblos a la insurrección popular fue recogido incluso por el Papa Pablo VI. Ese derecho es el que el Presidente Constitucional de Honduras cree que debe ser ejercido por el pueblo hondureño para expulsar a los golpistas del poder que, ilegal e ilegítimamente, detentan en el país centroamericano. Esa idea ha sido retomada estos días en La Paz y aquella propuesta de Zelaya, creemos, en nada lastima la línea de las elecciones que, aquí en Bolivia y como una forma de lucha, se realizarán en diciembre de este año.
La libertad, principio y práctica que comprende el rechazo a todo tipo de vasallaje, especialmente político, ha sido retomado con fuerza en los discursos gubernamentales y municipales. Así se propugnó la necesidad de contar con pensamiento propio, con gobierno boliviano, con territorio liberado y nada de tutelaje, por tanto, con autodeterminación plena.
Resume ese pensamiento: “Bolivia libre sí, colonia yanqui no”, consigna límpida que los antiimperialistas bolivianos (y latinoamericanos) enarbolamos mucho antes de que un partido, que acabó en la derecha, tomara como nombre la primera parte de esa proclama.
La segunda y definitiva independencia de nuestros pueblos y países es un planteamiento que tiene un basto alcance. Más allá de interpretaciones que respetamos, como la que refiere que cuando se fundaron las repúblicas latinoamericanos, luego de la primera guerra por la independencia, en realidad no hubo emancipación alguna, nosotros pensamos que, a pesar de todo, hubo independencia política, aunque la dependencia económica se preservó como acto sucesivo a la victoria de los patriotas en la guerra liberadora, en la que concurrieron varias formas de la lucha. Por ello, posteriormente se aportó con una definición de las relaciones internacionales de los nuevos estados surgidos luego de los alzamientos indígenas, guerrillas independentistas y guerra regular sostenida por ejércitos también regulares.
La primera emancipación de la América nuestra (obra de indígenas y criollos, como dijo Evo Morales en ocasión del Bicentenario de la Revolución paceña), se entiende como un proceso inconcluso. Por ello, resulta acertada la segunda y definitiva independencia, la que debe concebirse como una etapa esencialmente antiimperialista de la revolución latinoamericana.
Se levantó con fuerza la solidaridad, esto es, el apoyo político entre nuestros pueblos, especialmente cuando están en movimiento y luchan. Estos días el respaldo se reiteró al pueblo hondureño que con múltiples acciones resiste al golpe, al que espera derrotar y, en consecuencia, restituir a Zelaya en el gobierno. Solidaridad, que va más allá de un manifiesto y del aliento a los compañeros en acción, es una parte de aquélla. La otra, tanto o quizá más importante, es la que emprenden nuestros pueblos cuando en su respectivo territorio combaten a los mismos enemigos a los que enfrentan los que reciben la solidaridad política. Cabe subrayar que la derrota de los golpistas en Honduras, será una manera concreta de cerrar el paso a un riesgoso mal ejemplo, será defendernos a nosotros, salir por los fueros de los cambios bolivianos y latinoamericanos.
La unidad de los pueblos latinoamericanos es otra tarea programática que tiene que construirse todos los días. Esta otra idea-fuerza estuvo presente en el discurso y en la acción de los libertadores del siglo XIX, sin que se haya materializado de manera completa y sostenida. Ejemplos de esos intentos son la Gran Colombia propuesta por Simón Bolívar, la Confederación Perú-Boliviana y la República Federal de Centroamérica enarbolada por Francisco Morazán; alianzas a las que sólo se opusieron los imperialistas nacientes y las “roscas” criollas de ese tiempo. Ahora, la integración, la colaboración, la unión de nuestros pueblos y países constituyen un deber ser ineludible, un camino a recorrer: elementos constitutivos de la segunda y definitiva independencia de nuestra América. Es imprescindible, por tanto, subrayar sobre este asunto que sólo a los enemigos de nuestros pueblos y países les interesa que vivamos y luchemos separados. La unión hace la fuerza es lo contrario de: divide para reinar. Estas verdades sencillas por su forma, pero cuya profundidad pocos ponen en duda, han sido dichas y practicadas por los héroes de la primera emancipación inconclusa. El Libertador en un mensaje a los habitantes del Río de la Plata plantea la “unidad en la América Meridional” y Francisco Morazán (nacido en Tegucigalpa y líder centroamericano) considera como una “combinación admirable” lo que denomina “La alianza de los pueblos americanos”. Viene, pues, de lejos la divisa unitaria de los pueblos de esta región la que, además, se construye y se manifiesta en ejemplos promisorios, los que sacan de quicio a imperialistas y empresarios transnacionales.
Sobre la preservación de la democracia, la actual, limitada todavía sobre todo porque lo que producimos (y cómo producimos) no alcanza para repartir de manera que favorezca más y en mayores porcentajes a los que menos tienen, no es la forma de gobierno con la que debamos conformarnos. En rigor, se trata de que en la democracia en funciones se articule otra: la del pueblo, por el pueblo y para el pueblo. Para nuestro gusto eso será, en materia política, el socialismo plurinacional. Sin embargo, para llegar a esta otra formación económica y social es necesario llevar hasta el fin el actual proceso de reformas avanzadas, del que tenemos que ampliar sus luces y achicar sus sombras. Esto quiere decir defender los cambios, consolidarlos y avanzar con botas de siete leguas.
Desde la derecha, como si las celebraciones del Bicentenario hubieran caído en falta gravísima, se dice que se han producido hechos políticos antes que sucesos cívicos. Pero son imposibles las horas cívicas formalistas o que la unción cívica sea químicamente pura. Más aún, un acontecimiento político, como fue el alzamiento popular y la formación de un gobierno propio, el 16 de julio de 1809, no debía celebrarse sin las ideas reseñadas en esta nota. Para decir lo menos, el Bicentenario cobró tres dimensiones: ideológicas, políticas y culturales.
Las ideas-fuerza que se han reproducido fragmentariamente aquí, las que deben entenderse como una extensión de la Proclama de la Junta Tuitiva para este tiempo (lo que no olvida las obras municipales paceñas por las que se saca pecho), están destinadas a la lucha de ideas, a “sembrar conciencia” (como dice Fidel). Por eso, las reproducidas y otras más deben incorporarse en un programa, en algo por lo que debemos luchar en forma resuelta. Sobre todo ahora que incluso desde el gobierno se pide a los movimientos sociales que elaboren programas para una etapa inmediata de la transición boliviana.
Para que la campaña electoral hasta diciembre sea avanzada por sus perfiles y por su esencia se tiene que ofrecer un programa de todo el pueblo, conseguir una organización eficaz y eficiente, lograr la unidad más amplia posible y una conciencia política agigantada. Sólo así se conseguirá una victoria de veras contundente y se caminará en la defensa, consolidación y profundización de los cambios en la formación social boliviana.
La Paz, 18 de julio de 2009.
*Periodista
martes, 23 de junio de 2009
Apunte de historia respecto a la pertinencia del Himno a Santa Cruz de Felipe Leonor Ribera Arteaga
Dunia Sandoval Arenas
La encomienda era en 1630, “un contrato que hace el rey con el encomendero, que obliga, a ambos contrayentes: al rey a que ceda al encomendero la percepción de los tributos; al encomendero a que instruya al indio que recibe bajo su amparo en ánimo de prudencia divina y humana y a defender la provincia a su costa, como feudatario”. El repartimiento de tierras coincidía con la encomienda de “enseñanza religiosa” Entonces bajo el pretexto de enseñanza, se manifiestan los privilegios de los españoles y la sumisión personal, entrega de especies o contribución monetaria. El trabajo servil significaba que el encomendero disponía del trabajo y de la vida de los que vivían en su territorio, para garantizar el cumplimiento del trabajo se usaba la coacción, es decir, castigos físicos que en ocasiones llegaban a extremos de crueldad. Lo tradicional eran los azotes, el cepo, los abusos sexuales.En el oriente boliviano, el “patrón” exigía lealtad absoluta, y estaba prohibido, bajo pena de muerte, salir del territorio de la hacienda. Estas relaciones de explotación eran encubiertas con relaciones de padrinazgo, de los hijos y la “aculturación” de poblaciones indígenas que asumían idioma, religión, y costumbres sociales de los patrones e incluso sus apellidos, presentados como “superiores” y anulando así las organizaciones propias e identidad de los pueblos indígenas.Actualmente, todavía subsisten pueblos indígenas bajo situación de cautiverio, cuyo origen está en las formas de dominación establecida por la administración española durante la época colonial, que fueron seguidas por los “criollos”, hijos de españoles, que en algunas zonas y casos, mantuvieron con pocos cambios las formas de explotación a los indígenas.Aunque la gobernación de Santa Cruz no estaba comprendida en la mita. Los originarios de tierras bajas estaban permanentemente acosados por los “cazadores” de personas, quienes los esclavizaban y llevaban para vender a Potosí.El proceso de encomienda empezó con los fundadores de las ciudades de Santa Cruz de la Sierra, Ñuflo de Chávez y Andrés Manso, La Barranca. “Comenzando la tarea de repartir tierras y encomiendas los capitanes Manso y Chaves, desde el momento mismo de las fundaciones de La Barranca y Santa Cruz de la Sierra en 1561. Atendiendo a lo dispuesto en las instructivas dadas a los mencionados capitanes por el virrey Hurtado de Mendoza.”“Dejando constancia en la relación de servicios del mencionado Capitán Chaves, que fundó en nombre de Dios y de Su Majestad el Rey e el ilustre señor don García Y Manrique la ciudad de Santa Cruz de la Sierra, el 26 de febrero de 1561 en mérito a la autoridad que ejercía en la naciente provincia. Prosiguiendo luego a nuevas entradas en busca de mayores descubrimientos en la región de Mojos, por su incansable deseo de desencantar la tierra y poblarla para el bien de la Madre Iglesia y S; el Rey.” En realidad hubieron 90 fundadores de la ciudad y 89 repartimientos, lo que implicaba repartimiento de tierras y encomienda de los nativos. El Cabildo de la ciudad de Santa Cruz dio instrucciones al capitán Hernando de Salazar solicitar al virrey del Perú la aprobación de los repartimientos y encomiendas realizadas la gobernación titular para el capitán Ñuflo de Chaves, “Que todos los pueblos de indios que ha repartido y reparta el capitán Chaves se perpetúen en las personas que se han encomendado y a sus descendientes atendiendo a ser los primeros conquistadores y pobladores y que en la conquista y pacificación han trabajado y gastado mucho a su costa. Y que dicha sucesión sea con cuatro o cinco vidas o más”Los conquistadores tomaban el descubrimiento y colonización de tierras como un negocio, para recuperar su inversión pedían indígenas que trabajen gratuitamente, en sometimiento por varias generaciones. En los hechos, aún cuando se dio la independencia de España y creación de Bolivia en 1825. Muchos pueblos indígenas de tierras bajas, seguían sometidos, mientras que otros continuaban resistiendo, al proceso de “pacificación”Análisis del Himno a Santa CruzEn primer lugar, fue escrito en la década de 1920, alrededor de cien años después de la independencia. El contexto de esa época era los gobiernos oligarcas liberales, que excluían completamente a las poblaciones indígenas. Sus referentes eran las culturas europeas, especialmente Francia e Inglaterra.Entonces, en ese contexto, el Himno a Santa Cruz es un elogio a los conquistadores españoles y no a la independencia de la corona española; como lo es el Himno Nacional de Bolivia.Bajo el cielo más puro de América(Se refiere a la pureza de la naturaleza, sin contaminación)Y en la tierra de Ñuflo de Chávez(La tierra de Santa Cruz, es propiedad de Ñuflo de Chávez, por eso la repartió, no se reconoce en absoluto la existencia de los pueblos indígenas)Libertad van trinando las aves, de su veste ostentando el primorDe las flores el mundo galano, su ambrosía perfumada ofreciendoLa palabra libertad está vacía de contenido, se refiere solamente a la libertad de la naturaleza, a la belleza de la naturaleza, no a una libertad política o independencia de España.La España grandiosa con hado benigno aquí plantó el signo de la redenciónSe alaba al imperio colonial Español y se da el juicio de que era un destino bueno y positivo, seguramente desde su punto de vista, pero significó la destrucción de gran parte de las culturas de los pueblos originarios, la explotación y los abusos. Desde las cruzadas, hasta la conquista de América tuvo una utilización de la religión católica para favorecer a los conquistadores, que no corresponde al mensaje evangélico. La existencia de las torturas en la inquisición de Lima, fueron la máxima expresión de ese proceso, sobre el cual la Iglesia ha reflexionado y lo reconoce. Un sistema más suave fue el de los misioneros jesuitas. Pero en general, el papel de la Iglesia fue apoyo a los abusos de la conquista y eso se reivindica en el himno a Santa Cruz como positivo.En síntesis, al cantar la letra del himno cruceño, estamos alabando al proceso de colonización y no al orgullo de ser independientes. Aunque en una estrofa que no se canta, se menciona a Warnes, no tiene coherencia con el contenido general del himno.Es el momento de iniciar un debate sobre el contenido histórico de los mensajes que transmitimos ya que estamos en otra etapa de reconocimiento de los derechos de los pueblos indígenas. En esta etapa no se puede seguir repitiendo sin analizar, solo así seremos capaces, como cruceños y bolivianos de encontrar nuestra propia identidad en lugar de rechazarnos a nosotros mismos, acomplejarnos de nuestra herencia indígena
La encomienda era en 1630, “un contrato que hace el rey con el encomendero, que obliga, a ambos contrayentes: al rey a que ceda al encomendero la percepción de los tributos; al encomendero a que instruya al indio que recibe bajo su amparo en ánimo de prudencia divina y humana y a defender la provincia a su costa, como feudatario”. El repartimiento de tierras coincidía con la encomienda de “enseñanza religiosa” Entonces bajo el pretexto de enseñanza, se manifiestan los privilegios de los españoles y la sumisión personal, entrega de especies o contribución monetaria. El trabajo servil significaba que el encomendero disponía del trabajo y de la vida de los que vivían en su territorio, para garantizar el cumplimiento del trabajo se usaba la coacción, es decir, castigos físicos que en ocasiones llegaban a extremos de crueldad. Lo tradicional eran los azotes, el cepo, los abusos sexuales.En el oriente boliviano, el “patrón” exigía lealtad absoluta, y estaba prohibido, bajo pena de muerte, salir del territorio de la hacienda. Estas relaciones de explotación eran encubiertas con relaciones de padrinazgo, de los hijos y la “aculturación” de poblaciones indígenas que asumían idioma, religión, y costumbres sociales de los patrones e incluso sus apellidos, presentados como “superiores” y anulando así las organizaciones propias e identidad de los pueblos indígenas.Actualmente, todavía subsisten pueblos indígenas bajo situación de cautiverio, cuyo origen está en las formas de dominación establecida por la administración española durante la época colonial, que fueron seguidas por los “criollos”, hijos de españoles, que en algunas zonas y casos, mantuvieron con pocos cambios las formas de explotación a los indígenas.Aunque la gobernación de Santa Cruz no estaba comprendida en la mita. Los originarios de tierras bajas estaban permanentemente acosados por los “cazadores” de personas, quienes los esclavizaban y llevaban para vender a Potosí.El proceso de encomienda empezó con los fundadores de las ciudades de Santa Cruz de la Sierra, Ñuflo de Chávez y Andrés Manso, La Barranca. “Comenzando la tarea de repartir tierras y encomiendas los capitanes Manso y Chaves, desde el momento mismo de las fundaciones de La Barranca y Santa Cruz de la Sierra en 1561. Atendiendo a lo dispuesto en las instructivas dadas a los mencionados capitanes por el virrey Hurtado de Mendoza.”“Dejando constancia en la relación de servicios del mencionado Capitán Chaves, que fundó en nombre de Dios y de Su Majestad el Rey e el ilustre señor don García Y Manrique la ciudad de Santa Cruz de la Sierra, el 26 de febrero de 1561 en mérito a la autoridad que ejercía en la naciente provincia. Prosiguiendo luego a nuevas entradas en busca de mayores descubrimientos en la región de Mojos, por su incansable deseo de desencantar la tierra y poblarla para el bien de la Madre Iglesia y S; el Rey.” En realidad hubieron 90 fundadores de la ciudad y 89 repartimientos, lo que implicaba repartimiento de tierras y encomienda de los nativos. El Cabildo de la ciudad de Santa Cruz dio instrucciones al capitán Hernando de Salazar solicitar al virrey del Perú la aprobación de los repartimientos y encomiendas realizadas la gobernación titular para el capitán Ñuflo de Chaves, “Que todos los pueblos de indios que ha repartido y reparta el capitán Chaves se perpetúen en las personas que se han encomendado y a sus descendientes atendiendo a ser los primeros conquistadores y pobladores y que en la conquista y pacificación han trabajado y gastado mucho a su costa. Y que dicha sucesión sea con cuatro o cinco vidas o más”Los conquistadores tomaban el descubrimiento y colonización de tierras como un negocio, para recuperar su inversión pedían indígenas que trabajen gratuitamente, en sometimiento por varias generaciones. En los hechos, aún cuando se dio la independencia de España y creación de Bolivia en 1825. Muchos pueblos indígenas de tierras bajas, seguían sometidos, mientras que otros continuaban resistiendo, al proceso de “pacificación”Análisis del Himno a Santa CruzEn primer lugar, fue escrito en la década de 1920, alrededor de cien años después de la independencia. El contexto de esa época era los gobiernos oligarcas liberales, que excluían completamente a las poblaciones indígenas. Sus referentes eran las culturas europeas, especialmente Francia e Inglaterra.Entonces, en ese contexto, el Himno a Santa Cruz es un elogio a los conquistadores españoles y no a la independencia de la corona española; como lo es el Himno Nacional de Bolivia.Bajo el cielo más puro de América(Se refiere a la pureza de la naturaleza, sin contaminación)Y en la tierra de Ñuflo de Chávez(La tierra de Santa Cruz, es propiedad de Ñuflo de Chávez, por eso la repartió, no se reconoce en absoluto la existencia de los pueblos indígenas)Libertad van trinando las aves, de su veste ostentando el primorDe las flores el mundo galano, su ambrosía perfumada ofreciendoLa palabra libertad está vacía de contenido, se refiere solamente a la libertad de la naturaleza, a la belleza de la naturaleza, no a una libertad política o independencia de España.La España grandiosa con hado benigno aquí plantó el signo de la redenciónSe alaba al imperio colonial Español y se da el juicio de que era un destino bueno y positivo, seguramente desde su punto de vista, pero significó la destrucción de gran parte de las culturas de los pueblos originarios, la explotación y los abusos. Desde las cruzadas, hasta la conquista de América tuvo una utilización de la religión católica para favorecer a los conquistadores, que no corresponde al mensaje evangélico. La existencia de las torturas en la inquisición de Lima, fueron la máxima expresión de ese proceso, sobre el cual la Iglesia ha reflexionado y lo reconoce. Un sistema más suave fue el de los misioneros jesuitas. Pero en general, el papel de la Iglesia fue apoyo a los abusos de la conquista y eso se reivindica en el himno a Santa Cruz como positivo.En síntesis, al cantar la letra del himno cruceño, estamos alabando al proceso de colonización y no al orgullo de ser independientes. Aunque en una estrofa que no se canta, se menciona a Warnes, no tiene coherencia con el contenido general del himno.Es el momento de iniciar un debate sobre el contenido histórico de los mensajes que transmitimos ya que estamos en otra etapa de reconocimiento de los derechos de los pueblos indígenas. En esta etapa no se puede seguir repitiendo sin analizar, solo así seremos capaces, como cruceños y bolivianos de encontrar nuestra propia identidad en lugar de rechazarnos a nosotros mismos, acomplejarnos de nuestra herencia indígena
lunes, 15 de junio de 2009
Los verdaderos centinelas de la amazonia peruana caen por defenderla
De sábado a sábado
Remberto Cárdenas Morales*
Indígenas, los verdaderos centinelas de la amazonia peruana, han muerto en un número indeterminado y continúan desaparecidos tantos otros en defensa de su hábitat natural y para impedir que las empresas transnacionales se apropien de la reserva ecológica más importante del mundo y la destruyan, al explotar los hidrocarburos, entre otras las riquezas del subsuelo.
La movilización de aquellos pueblos originarios, que se mantenía el momento de enviar esta nota, a pesar de la matanza, arrancó hace semanas y la causa principal es de tipo material, como las condiciones de vida y de trabajo imperantes allí, así como debido a la concesión del Estado peruano a empresas transnacionales del derecho de exploración y explotación de gas y petróleo, de los bosques y la consiguiente degradación de la biodiversidad (recursos biológicos), propios de la selva amazónica.
Esa selva es, asimismo, el hábitat natural de aquellos pueblos. Allí éstos tienen su territorio, en él buscan autodeterminarse (autonomía) y con las costumbres como normas o derecho consuetudinario para autogobernarse. Los recursos naturales renovables sirven, además, como sustento de aquellas comunidades humanas. Por tanto, el accionar suyo se despliega en defensa de su propia existencia. Se trata de precautelar la vida de los indígenas, el más importante de los derechos humanos, junto a los derechos económicos y sociales.
Las ideas liberadoras, la participación creciente en la política de este tiempo, el ejemplo de la lucha de los pueblos indígenas de nuestra América (en particular de los bolivianos) influyen cada vez en mayor escala y en una más amplia extensión geográfica. La fuerza del ejemplo, en el accionar liberador de nuestros pueblos, es un fenómeno que viene de lejos y no hay fuerza conservadora o reaccionaria que lo impida y, masacres como la de Bagua, tampoco.
La realidad interna peruana es la que gesta la lucha de los indígenas amazónicos de aquel país, como factor esencial, pero sería un disfavor a nuestros pueblos negar la influencia recíproca entre ellos. Accionar que, asimismo, se apoya en convenios internacionales como el 169 de la OIT y la Declaración de los Derechos de los Pueblos Indígenas de la ONU de 2007.
Sin embargo, culpar al “comunismo internacional” de haber inducido a los indígenas peruanos a la protesta (en la prometedora extensión y profundidad conocidas) es como decir por ellos que “no son ciudadanos de primera clase”. Ambas afirmaciones corresponden al presidente de Perú, Alan García Pérez, con lo que muestra el lugar en el que se encuentra y el papel que desempeña ahora que la mayoría de los pueblos de la región latinoamericana, pese a insuficiencias y fallas, luchan por su segunda y definitiva independencia (confiamos que así sea), encabezados por gobiernos democráticos y populares que se enfrentan, en grados distintos pero convergentes, al imperialismo y las derechas criollas.
La carta de Evo Morales, que contiene ideas que evalúan la lucha de los pueblos indígenas, del pasado y del presente, así como propone otras para la rebelión y la revolución contemporáneas, creemos, pretende: ayudar a la orientación de esos pueblos (reunidos en Puno los últimos días de mayo) y aportar a la elaboración del programa continental de aquellos hermanos y compañeros de infortunios y de batallas por la emancipación verdadera.
Los gobernantes y líderes políticos peruanos que culpan a esa carta, del Presidente boliviano, de agitar a los originarios de la selva peruana, se presentan de cuerpo entero: ellos saben que un mensaje, como el de esa carta, es un elemento que puede acrecentar la conciencia política de los actores de la selva, pero no es ni el único ni el determinante. Que un diputado peruano calcule los gastos de los alzados en la amazonia de su país y afirme que el gobierno boliviano corre con esos gastos, da cuenta de una pobreza de argumentos. Nosotros respondemos que los pueblos ejercerían un derecho si a la solidaridad política acompañan, además, apoyo material. Un día lo harán para financiar, por ejemplo, un bloqueo de caminos. No debemos perder de vista, al menos entre la gente sencilla, que cuando en Bolivia se impulsa una campaña de alfabetización o de salud, con la cooperación de Cuba y Venezuela, se materializa respaldo político y económico. Eso no sólo se debe agradecer (como lo hacemos en estas tierras), debemos explicar que aquella solidaridad evidencia que, las reformas avanzadas que tienen lugar en Bolivia, cuentan con aquel apoyo que necesitamos y al que no renunciaremos, aunque chille la derecha en todos los tonos.
La solidaridad con los indígenas peruanos y, en particular, con los familiares de los caídos y desparecidos que se extiende más allá de nuestra América es algo que incomoda a los gobernantes peruanos porque la exigencia es, asimismo, que esos crímenes que ofenden a la humanidad sean investigados, juzgados y castigados. Es decir, que no queden impunes y que se haga justicia a las víctimas. Por ello, de algo tendrán que estar seguros los autores materiales e intelectuales de la matanza de Bacua: no habrá “ni olvido ni perdón” para ellos. Es que la denuncia de esos crímenes de lesa humanidad debe seguir sin tregua.
El apoyo a los peruanos de la selva alistados en las batallas en defensa de la amazonia nada tiene de injerencia. Las que meten sus manos sucias allí, con bastante frecuencia, son las empresas transnacionales porque en la América nuestra (que tiene abiertas todavía muchas de sus venas) amasan riquezas a costa de innumerables vidas y de horrendos crímenes.
A. García cuando dice que los indígenas “no son ciudadanos de primera clase”, resume el criterio de las clases sociales dominantes de Perú, esto es, de lo más conservador y reaccionario del país vecino. Esa afirmación, digna de enriquecer una antología de la “estupidez política” de la derecha latinoamericana, contrasta con lo que aquellos grupos sociales ganan precisamente con la obra de los incas (también indígenas), como Machu Picchu, acaso el mejor atractivo turístico, el que también genera importantes ingresos para el Estado peruano. Además, los gobernantes de Perú aseguran que promocionan el ecoturismo hacia la selva amazónica de aquel país, lugar en el que la cultura indígena ocupa un lugar preponderante.
El Presidente de Perú dijo, también, que desde fuera de su país se oponen al desarrollo peruano y reclamó que se los deje crecer como los peruanos decidan. Esa es otra falacia de aquel gobernante. Aunque allí se registra crecimiento económico, cabe aclarar que la distribución de esa riqueza nacional no se reparte en una proporción que beneficie a los que más necesitan. Con seguridad de que la mayor parte de esos ingresos llega preferentemente a los sectores pudientes, con lo que se enriquecen más.
Precisamente los indígenas amazónicos y el pueblo peruano que los apoya (con marchas y un paro nacional), se oponen a los convenios económicos entre Perú y Estados Unidos porque advierten que con ellos ganará más este último. Así se descubre el rasgo antiimperialista de los indígenas de la selva peruana que, hasta hace horas, mantenían bloqueada una carretera en la amazonia con el que exigen atención del gobierno a su legítima demanda.
Como resultado de aquella lucha, aunque después de la sangre con la que se tiñe la selva amazónica, los parlamentarios peruanos sólo han suspendido (y no abrogado) la aplicación de una de las normas rechazadas, por 90 días, porque facilitarían la depredación de aquella gigantesca reserva natural.
Como otra demostración de la naturaleza del actual gobierno peruano cabe rememorar otra afirmación de dos voceros suyos: “Teníamos que imponer el orden y la disciplina”, dijo el Presidente del Consejo de Ministros de Perú, Yehude Simon, en tanto que la ministra del Interior, Mercedes Cabanillas, afirmó que “Era necesario restablecer el orden”. Ante aquellas confesiones coincidentes sobran más pruebas: en el Perú gobierna una dictadura constitucional. Dictadura constitucional porque el que allí buscan restablecer (sigue convulsa la selva peruana) es el viejo orden, de explotación y de opresión, el que quieren cambiar los indígenas y todo el pueblo de aquel país.
La línea que aplican los indígenas peruanos, complementada en el último tiempo, fue propuesta por José Carlos Mariátegui cuando dice que: “El problema indígena se identifica con el problema de la tierra”. Y que “La lucha de los indios contra los gamonales ha estribado invariablemente en la defensa de sus tierras contra la absorción y el despojo”. Actualmente se puede hablar del problema de la tierra y del territorio, de éste en particular, como demanda sustancial de los guardianes de la selva amazónica en Perú, a los que con legitimidad se los debe considerar como verdaderos guardianes de aquella reserva de biodiversidad y ecológica para la humanidad, a condición de que seamos capaces de impedir (junto a los indígenas) que las empresas transnacionales la depreden.
La Paz, 13 de junio de 2009.
* Periodista
Remberto Cárdenas Morales*
Indígenas, los verdaderos centinelas de la amazonia peruana, han muerto en un número indeterminado y continúan desaparecidos tantos otros en defensa de su hábitat natural y para impedir que las empresas transnacionales se apropien de la reserva ecológica más importante del mundo y la destruyan, al explotar los hidrocarburos, entre otras las riquezas del subsuelo.
La movilización de aquellos pueblos originarios, que se mantenía el momento de enviar esta nota, a pesar de la matanza, arrancó hace semanas y la causa principal es de tipo material, como las condiciones de vida y de trabajo imperantes allí, así como debido a la concesión del Estado peruano a empresas transnacionales del derecho de exploración y explotación de gas y petróleo, de los bosques y la consiguiente degradación de la biodiversidad (recursos biológicos), propios de la selva amazónica.
Esa selva es, asimismo, el hábitat natural de aquellos pueblos. Allí éstos tienen su territorio, en él buscan autodeterminarse (autonomía) y con las costumbres como normas o derecho consuetudinario para autogobernarse. Los recursos naturales renovables sirven, además, como sustento de aquellas comunidades humanas. Por tanto, el accionar suyo se despliega en defensa de su propia existencia. Se trata de precautelar la vida de los indígenas, el más importante de los derechos humanos, junto a los derechos económicos y sociales.
Las ideas liberadoras, la participación creciente en la política de este tiempo, el ejemplo de la lucha de los pueblos indígenas de nuestra América (en particular de los bolivianos) influyen cada vez en mayor escala y en una más amplia extensión geográfica. La fuerza del ejemplo, en el accionar liberador de nuestros pueblos, es un fenómeno que viene de lejos y no hay fuerza conservadora o reaccionaria que lo impida y, masacres como la de Bagua, tampoco.
La realidad interna peruana es la que gesta la lucha de los indígenas amazónicos de aquel país, como factor esencial, pero sería un disfavor a nuestros pueblos negar la influencia recíproca entre ellos. Accionar que, asimismo, se apoya en convenios internacionales como el 169 de la OIT y la Declaración de los Derechos de los Pueblos Indígenas de la ONU de 2007.
Sin embargo, culpar al “comunismo internacional” de haber inducido a los indígenas peruanos a la protesta (en la prometedora extensión y profundidad conocidas) es como decir por ellos que “no son ciudadanos de primera clase”. Ambas afirmaciones corresponden al presidente de Perú, Alan García Pérez, con lo que muestra el lugar en el que se encuentra y el papel que desempeña ahora que la mayoría de los pueblos de la región latinoamericana, pese a insuficiencias y fallas, luchan por su segunda y definitiva independencia (confiamos que así sea), encabezados por gobiernos democráticos y populares que se enfrentan, en grados distintos pero convergentes, al imperialismo y las derechas criollas.
La carta de Evo Morales, que contiene ideas que evalúan la lucha de los pueblos indígenas, del pasado y del presente, así como propone otras para la rebelión y la revolución contemporáneas, creemos, pretende: ayudar a la orientación de esos pueblos (reunidos en Puno los últimos días de mayo) y aportar a la elaboración del programa continental de aquellos hermanos y compañeros de infortunios y de batallas por la emancipación verdadera.
Los gobernantes y líderes políticos peruanos que culpan a esa carta, del Presidente boliviano, de agitar a los originarios de la selva peruana, se presentan de cuerpo entero: ellos saben que un mensaje, como el de esa carta, es un elemento que puede acrecentar la conciencia política de los actores de la selva, pero no es ni el único ni el determinante. Que un diputado peruano calcule los gastos de los alzados en la amazonia de su país y afirme que el gobierno boliviano corre con esos gastos, da cuenta de una pobreza de argumentos. Nosotros respondemos que los pueblos ejercerían un derecho si a la solidaridad política acompañan, además, apoyo material. Un día lo harán para financiar, por ejemplo, un bloqueo de caminos. No debemos perder de vista, al menos entre la gente sencilla, que cuando en Bolivia se impulsa una campaña de alfabetización o de salud, con la cooperación de Cuba y Venezuela, se materializa respaldo político y económico. Eso no sólo se debe agradecer (como lo hacemos en estas tierras), debemos explicar que aquella solidaridad evidencia que, las reformas avanzadas que tienen lugar en Bolivia, cuentan con aquel apoyo que necesitamos y al que no renunciaremos, aunque chille la derecha en todos los tonos.
La solidaridad con los indígenas peruanos y, en particular, con los familiares de los caídos y desparecidos que se extiende más allá de nuestra América es algo que incomoda a los gobernantes peruanos porque la exigencia es, asimismo, que esos crímenes que ofenden a la humanidad sean investigados, juzgados y castigados. Es decir, que no queden impunes y que se haga justicia a las víctimas. Por ello, de algo tendrán que estar seguros los autores materiales e intelectuales de la matanza de Bacua: no habrá “ni olvido ni perdón” para ellos. Es que la denuncia de esos crímenes de lesa humanidad debe seguir sin tregua.
El apoyo a los peruanos de la selva alistados en las batallas en defensa de la amazonia nada tiene de injerencia. Las que meten sus manos sucias allí, con bastante frecuencia, son las empresas transnacionales porque en la América nuestra (que tiene abiertas todavía muchas de sus venas) amasan riquezas a costa de innumerables vidas y de horrendos crímenes.
A. García cuando dice que los indígenas “no son ciudadanos de primera clase”, resume el criterio de las clases sociales dominantes de Perú, esto es, de lo más conservador y reaccionario del país vecino. Esa afirmación, digna de enriquecer una antología de la “estupidez política” de la derecha latinoamericana, contrasta con lo que aquellos grupos sociales ganan precisamente con la obra de los incas (también indígenas), como Machu Picchu, acaso el mejor atractivo turístico, el que también genera importantes ingresos para el Estado peruano. Además, los gobernantes de Perú aseguran que promocionan el ecoturismo hacia la selva amazónica de aquel país, lugar en el que la cultura indígena ocupa un lugar preponderante.
El Presidente de Perú dijo, también, que desde fuera de su país se oponen al desarrollo peruano y reclamó que se los deje crecer como los peruanos decidan. Esa es otra falacia de aquel gobernante. Aunque allí se registra crecimiento económico, cabe aclarar que la distribución de esa riqueza nacional no se reparte en una proporción que beneficie a los que más necesitan. Con seguridad de que la mayor parte de esos ingresos llega preferentemente a los sectores pudientes, con lo que se enriquecen más.
Precisamente los indígenas amazónicos y el pueblo peruano que los apoya (con marchas y un paro nacional), se oponen a los convenios económicos entre Perú y Estados Unidos porque advierten que con ellos ganará más este último. Así se descubre el rasgo antiimperialista de los indígenas de la selva peruana que, hasta hace horas, mantenían bloqueada una carretera en la amazonia con el que exigen atención del gobierno a su legítima demanda.
Como resultado de aquella lucha, aunque después de la sangre con la que se tiñe la selva amazónica, los parlamentarios peruanos sólo han suspendido (y no abrogado) la aplicación de una de las normas rechazadas, por 90 días, porque facilitarían la depredación de aquella gigantesca reserva natural.
Como otra demostración de la naturaleza del actual gobierno peruano cabe rememorar otra afirmación de dos voceros suyos: “Teníamos que imponer el orden y la disciplina”, dijo el Presidente del Consejo de Ministros de Perú, Yehude Simon, en tanto que la ministra del Interior, Mercedes Cabanillas, afirmó que “Era necesario restablecer el orden”. Ante aquellas confesiones coincidentes sobran más pruebas: en el Perú gobierna una dictadura constitucional. Dictadura constitucional porque el que allí buscan restablecer (sigue convulsa la selva peruana) es el viejo orden, de explotación y de opresión, el que quieren cambiar los indígenas y todo el pueblo de aquel país.
La línea que aplican los indígenas peruanos, complementada en el último tiempo, fue propuesta por José Carlos Mariátegui cuando dice que: “El problema indígena se identifica con el problema de la tierra”. Y que “La lucha de los indios contra los gamonales ha estribado invariablemente en la defensa de sus tierras contra la absorción y el despojo”. Actualmente se puede hablar del problema de la tierra y del territorio, de éste en particular, como demanda sustancial de los guardianes de la selva amazónica en Perú, a los que con legitimidad se los debe considerar como verdaderos guardianes de aquella reserva de biodiversidad y ecológica para la humanidad, a condición de que seamos capaces de impedir (junto a los indígenas) que las empresas transnacionales la depreden.
La Paz, 13 de junio de 2009.
* Periodista
lunes, 18 de mayo de 2009
miércoles, 6 de mayo de 2009
ONU denuncia que estatuto promueve la servidumbre
La Misión Oficial del Foro Permanente sobre las cuestiones Indígenas de las Naciones Unidas afirmó anoche que el Estatuto Autonómico de Santa Cruz promueve, encubre, fortalece y reproduce la práctica servidumbral. La presidenta de la Misión Oficial del Foro Permanente sobre las cuestiones Indígenas de las Naciones Unidas, Victoria Tauli Corpuz, aseveró que la misión ha advertido indígenas guaraníes del Chaco boliviano cautivos en condiciones de extrema pobreza. "Estamos muy shockeados —dijo Tauli— por las condiciones que existen en el Chaco en Bolivia, hemos visto indígenas que son los dueños originales de la tierra, que ahora se encuentran sin tierra, en condiciones de servidumbre, cautivos y en extrema pobreza". Por su lado, Bartolomé Clavero, miembro del Foro Permanente para las Cuestiones Indígenas, calificó al Estatuto Autonómico de Santa Cruz como el documento que defiende la servidumbre y la práctica análoga de la esclavitud de los indígenas guaraníes en el Chaco cruceño. "Los grupos que encubren —explicó Clavero— estas prácticas que están defendidas en el Estatuto Autonómico de Santa Cruz han desconocido a las leyes bolivianas, incluso autoridades delante de nosotros han desconocido la Constitución ". Añadió que el estatuto cruceño "atribuye al departamento unas competencias exclusivas dentro del derecho agrario, aparte de que se arroga el carácter indígena conforme al derecho internacional y el pueblo indígena camba de Santa Cruz", y afirmó que este documento votado el 4 de mayo del año pasado "está pensado para encubrir e incluso fortalecer y reproducir la práctica servidumbral dentro de Santa Cruz, no en tal forma los demás estatutos de otros de departamentos. Todo el que ha votado por el estatuto apoya la servidumbre" . La Misión del Foro Permanente sobre las Cuestiones Indígenas de las Naciones Unidas visita Bolivia desde el 30 de abril hasta este 6 de mayo con el fin de estudiar la situación del pueblo guaraní y presentar sus recomendaciones ante la ONU el 18 de este mes. En su séptimo periodo de sesiones, en mayo de 2008, el Foro Permanente para las Cuestiones Indígenas de las Naciones Unidas formuló la recomendación específica sobre la existencia de comunidades guaraníes en estado de esclavitud en la región del Chaco, situación que fue corroborada por un anterior informe.
Fuente: La Prensa 06-05-09
Fuente: La Prensa 06-05-09
lunes, 20 de abril de 2009
El terrorismo es un actor político contrarrevolucionario
De sábado a sábado
Remberto Cárdenas Morales*
La información de la que se dispone permite constatar que, en Santa Cruz el último jueves, se desarticuló a terroristas cuyo probable jefe, Eduardo Rozsa Flores, combatió como mercenario en el ejército croata, en la guerra de los Balcanes, la que acabó con la agrupación de repúblicas que constituían Yugoslavia, un Estado “autogestionario” y parte del entonces campo socialista.
De esos sicarios extranjeros conocemos poco, de los que sobre todo urge establecer (y esperamos se lo haga pronto) por quiénes fueron contratados o “seducidos” para operar en Santa Cruz y en Bolivia, y en favor de qué causa; aunque ciertas evidencias permiten presumir que esa causa no es otra que la de la Nación Camba y de la Unión Juvenil Cruceñista (UJC).
Los indicios apuntan, asimismo, a suponer que esos sicarios (quizá otros sigan ocultos) son parte de los grupos armados que, se sabe, se mueven como el pez en el agua en Santa Cruz, con la protección de las principales autoridades regionales, dirigentes cívicos y empresarios que asumen la autonomía separatista, es decir, los que continúan acariciando la separación territorial, de Santa Cruz y otras regiones, respecto de Bolivia.
Acaso sea posible constatar el tiempo de residencia en Bolivia y el momento de las acciones terroristas, así como otro tipo de trajines de esos presuntos o reales mercenarios para ubicar, con la mayor precisión posible, la coordinación suya con la derecha y/o la ultraderecha cruceña y de la media luna, así como el acompañamiento de la conspiración que tiene lugar en lo que va del gobierno de Evo Morales: hablamos de la toma de instituciones estatales y agresiones diversas a pobladores identificados como simpatizantes e integrantes del gobierno y del MAS.
Los abatidos en Santa Cruz (el boliviano Eduardo Rozsa Flores, un irlandés y un rumano) y los detenidos e investigados en La Paz (un boliviano con el grado de capitán del Ejército nacional y un húngaro), por las armas y explosivos de los que disponían y por sus nexos con la Nación Camba y la UJC, se deduce que sirvieron a los opositores de Evo Morales. Cabe esa lectura de los hechos, si se la hace sin los prejuicios, para entender las cosas como son y nunca como lo hace el Prefecto de Santa Cruz el que, suelto de cuerpo, señaló que los presuntos terroristas son delincuentes comunes o, lo que dicen otros, también opositores, que esos probables sicarios son un invento del gobierno o que dentro de ese caso es dudoso el comportamiento de la Policía Boliviana.
Que unas armas (la descubiertas) hayan sido guardadas en depósitos de teléfonos automáticos del campo ferial cruceño, no puede servir para considerar que aquel grupo estaba integrado por simples aprendices, sólo expertos en el uso de armas blancas o por duchos francotiradores. Y aunque algunos analistas reclaman pruebas ya sobre la filiación de los terroristas del grupo encontrado en Santa Cruz, por lo que se sabe, es un destacamento político que recurre al terror como método, incluso para propagar su discurso y la violencia que ejercen.
Los voceros de la derecha, preguntémonos por qué, cuando menos tratan de poner en duda los acontecimientos (incluidos los luctuosos), que preocupan y mucho a la gente con sano juicio de nuestro país. Se duda del enfrentamiento y los que dudan sugieren que a los encontrados en el Hotel Las Américas de la ciudad oriental se los acribilló porque no hay rastros de que ellos se hayan defendido “a tiros” o que el día del atentado contra la casa del Cardenal Terrazas aquellos huéspedes no salieron de ese Hotel, como informó su Gerente a medios de difusión. Habrá que advertir, sin embargo, que ese funcionario, por lo que declaró, parece más un informante en favor de los violentos, en vez de un administrador hotelero.
Otros medios de difusión, especialmente televisoras, entregaron datos sobre las múltiples actividades del posible jefe de los sicarios (que matan a cambio de una paga) con los que destacan el talento de Rozsa Flores o su simpatía por el Che. Se sabe que lo que un medio de difusión dice o calla tiene un determinado propósito: no hay noticia que sea desinteresada y callar el lo mismo que mentir, para decirlo con Espinal.
Lo que no se debe ocultar de Eduardo Rozsa Flores es que, junto con sus padres y su hermana (probablemente la que recogió su cadáver), vivió exiliado en Chile de Allende; luego del golpe de Pinochet, toda esa familia residió asilada en Suecia y acabó, también refugiada, en Hungría. En aquel país, aún socialista, E. Rosas Flores, entre otras cosas, fue miembro de la seguridad estatal (posiblemente militante del Partido Comunista de ese país europeo) y desde allí (1991) partió hacia Croacia donde ayudó, en el “momento preciso” como él confiesa en su blog, a separar a las repúblicas otrora yugoslavas y a sepultar el socialismo que allí aún existía.
Ante lo ocurrido en el Hotel las Américas de Santa Cruz estamos llamados a realizar una lectura correcta de esa realidad. Y en este momento tratar de entender, sin preconceptos, los resultados de las acciones terroristas sucedidas en Bolivia en el último tiempo y, particularmente en Santa Cruz, cuya existencia no se la puede negar. Esas acciones son atribuidas a la célula comandada por Rozsa Flores, cuyas armas de las que eran portadores denuncian, asimismo, que aquéllos eran parte de un destacamento irregular que al menos organizaba acciones bélicas.
El terrorismo individual, el que se desplegó particularmente en Santa Cruz, busca acobardar, desorganizar, desunir, paralizar, anular el quehacer político de la gente del pueblo. El terrorismo persigue, también, que sobre todo las capas medias de la población desprecien la política, siembra dudas ideológicas en sectores de ellas y/o ablandan la conciencia, a veces, de los mejor pintados.
El accionar terrorista tiene como protagonistas, con mucha frecuencia, a ultranacionalistas, racistas, sionistas, fascistas. Acaso para desinformar, y con certeza para causar zozobra, en ocasiones, los terroristas que son el prototipo de gente con un comportamiento antidemocrático, despliegan el terror entre personas de las clases sociales dominadoras y explotadoras, específicamente, contra empresarios o personalidades destacadas.
Asimismo, es la práctica la que se encarga de comprobar que el terrorismo es contrarrevolucionario. Incluso es un ejemplo de la antipolítica, aunque es un actor político.
Como recordó la Asamblea Permanente de los Derechos Humanos, al rechazar el atentado a la casa del Cardenal Terrazas, en Bolivia, el terrorismo fue la antesala de golpes de estado. Esta instancia al respecto dijo:
“Durante la dictadura de René Barrientos (1964-1969), el entonces Ministro de Gobierno, en la noche hacía estallar bombos en casas de opositores y partidarios de ese régimen y, al día siguiente, en conferencias de prensa, denunciaba los actos terroristas del “castrocomunismo” y de los extremistas.
Semanas antes del golpe de Hugo Banzer, el Ejército Cristiano Nacionalista (se conoce la confesión de uno de sus miembros), ejecutó actos terroristas preparatorios del golpe sangriento del 21 de agosto de 1971.
Antes del golpe narcofascista de García Meza y Arce Gómez, operadores al servicio de éstos asesinaron a Luis Espiral e hicieron estallar una bomba en El Prado de La Paz, ocasión en la que murió un adolescente y fueron heridos varios de los que asistían a una marcha”.
En ese período de la dictadura narcofascista, operaron en el país los “Novios de la muerte” (paramilitares) con integrantes extranjeros con antecedentes indudables de terroristas.
Ahora, siquiera como denuncia debemos recoger lo dicho por funcionarios del gobierno: que los terroristas de marras tenían entre sus objetivos acabar con la vida del Presidente y Vicepresidiente de la República, y del Prefecto de Santa Cruz.
Apoyados en las afirmaciones prececentes, lo esencial frente a los hechos a los que se refiere esta nota, además del esclarecimiento y castigo a los culpables (previo proceso debido), es redoblar la defensa del actual proceso y la vida de sus dirigentes y militantes más consecuentes que podrían ser los que están en la mira de terroristas los que, con mucha probabilidad, estarán agazapados hasta que se descuide la guardia que debe mantener hacia ellos.
Anticipamos que la muralla contra el terrorismo en nuestro país (que tiene un marcado sello individual), debe ser la lucha organizada, unida y consciente del pueblo.
Más todavía, la actividad de estos días, en primer lugar, de los que apoyamos el proceso y al gobierno (con las críticas inevitables a éste), debe ser nuestra participación en el más amplio esclarecimiento del contenido y la forma del terrorismo que, desde Santa Cruz, desplegó una labor criminal, la que se podría reproducir, en contra de los cambios y del gobierno.
La Paz, 18 de abril de 2009.
* Periodista
Remberto Cárdenas Morales*
La información de la que se dispone permite constatar que, en Santa Cruz el último jueves, se desarticuló a terroristas cuyo probable jefe, Eduardo Rozsa Flores, combatió como mercenario en el ejército croata, en la guerra de los Balcanes, la que acabó con la agrupación de repúblicas que constituían Yugoslavia, un Estado “autogestionario” y parte del entonces campo socialista.
De esos sicarios extranjeros conocemos poco, de los que sobre todo urge establecer (y esperamos se lo haga pronto) por quiénes fueron contratados o “seducidos” para operar en Santa Cruz y en Bolivia, y en favor de qué causa; aunque ciertas evidencias permiten presumir que esa causa no es otra que la de la Nación Camba y de la Unión Juvenil Cruceñista (UJC).
Los indicios apuntan, asimismo, a suponer que esos sicarios (quizá otros sigan ocultos) son parte de los grupos armados que, se sabe, se mueven como el pez en el agua en Santa Cruz, con la protección de las principales autoridades regionales, dirigentes cívicos y empresarios que asumen la autonomía separatista, es decir, los que continúan acariciando la separación territorial, de Santa Cruz y otras regiones, respecto de Bolivia.
Acaso sea posible constatar el tiempo de residencia en Bolivia y el momento de las acciones terroristas, así como otro tipo de trajines de esos presuntos o reales mercenarios para ubicar, con la mayor precisión posible, la coordinación suya con la derecha y/o la ultraderecha cruceña y de la media luna, así como el acompañamiento de la conspiración que tiene lugar en lo que va del gobierno de Evo Morales: hablamos de la toma de instituciones estatales y agresiones diversas a pobladores identificados como simpatizantes e integrantes del gobierno y del MAS.
Los abatidos en Santa Cruz (el boliviano Eduardo Rozsa Flores, un irlandés y un rumano) y los detenidos e investigados en La Paz (un boliviano con el grado de capitán del Ejército nacional y un húngaro), por las armas y explosivos de los que disponían y por sus nexos con la Nación Camba y la UJC, se deduce que sirvieron a los opositores de Evo Morales. Cabe esa lectura de los hechos, si se la hace sin los prejuicios, para entender las cosas como son y nunca como lo hace el Prefecto de Santa Cruz el que, suelto de cuerpo, señaló que los presuntos terroristas son delincuentes comunes o, lo que dicen otros, también opositores, que esos probables sicarios son un invento del gobierno o que dentro de ese caso es dudoso el comportamiento de la Policía Boliviana.
Que unas armas (la descubiertas) hayan sido guardadas en depósitos de teléfonos automáticos del campo ferial cruceño, no puede servir para considerar que aquel grupo estaba integrado por simples aprendices, sólo expertos en el uso de armas blancas o por duchos francotiradores. Y aunque algunos analistas reclaman pruebas ya sobre la filiación de los terroristas del grupo encontrado en Santa Cruz, por lo que se sabe, es un destacamento político que recurre al terror como método, incluso para propagar su discurso y la violencia que ejercen.
Los voceros de la derecha, preguntémonos por qué, cuando menos tratan de poner en duda los acontecimientos (incluidos los luctuosos), que preocupan y mucho a la gente con sano juicio de nuestro país. Se duda del enfrentamiento y los que dudan sugieren que a los encontrados en el Hotel Las Américas de la ciudad oriental se los acribilló porque no hay rastros de que ellos se hayan defendido “a tiros” o que el día del atentado contra la casa del Cardenal Terrazas aquellos huéspedes no salieron de ese Hotel, como informó su Gerente a medios de difusión. Habrá que advertir, sin embargo, que ese funcionario, por lo que declaró, parece más un informante en favor de los violentos, en vez de un administrador hotelero.
Otros medios de difusión, especialmente televisoras, entregaron datos sobre las múltiples actividades del posible jefe de los sicarios (que matan a cambio de una paga) con los que destacan el talento de Rozsa Flores o su simpatía por el Che. Se sabe que lo que un medio de difusión dice o calla tiene un determinado propósito: no hay noticia que sea desinteresada y callar el lo mismo que mentir, para decirlo con Espinal.
Lo que no se debe ocultar de Eduardo Rozsa Flores es que, junto con sus padres y su hermana (probablemente la que recogió su cadáver), vivió exiliado en Chile de Allende; luego del golpe de Pinochet, toda esa familia residió asilada en Suecia y acabó, también refugiada, en Hungría. En aquel país, aún socialista, E. Rosas Flores, entre otras cosas, fue miembro de la seguridad estatal (posiblemente militante del Partido Comunista de ese país europeo) y desde allí (1991) partió hacia Croacia donde ayudó, en el “momento preciso” como él confiesa en su blog, a separar a las repúblicas otrora yugoslavas y a sepultar el socialismo que allí aún existía.
Ante lo ocurrido en el Hotel las Américas de Santa Cruz estamos llamados a realizar una lectura correcta de esa realidad. Y en este momento tratar de entender, sin preconceptos, los resultados de las acciones terroristas sucedidas en Bolivia en el último tiempo y, particularmente en Santa Cruz, cuya existencia no se la puede negar. Esas acciones son atribuidas a la célula comandada por Rozsa Flores, cuyas armas de las que eran portadores denuncian, asimismo, que aquéllos eran parte de un destacamento irregular que al menos organizaba acciones bélicas.
El terrorismo individual, el que se desplegó particularmente en Santa Cruz, busca acobardar, desorganizar, desunir, paralizar, anular el quehacer político de la gente del pueblo. El terrorismo persigue, también, que sobre todo las capas medias de la población desprecien la política, siembra dudas ideológicas en sectores de ellas y/o ablandan la conciencia, a veces, de los mejor pintados.
El accionar terrorista tiene como protagonistas, con mucha frecuencia, a ultranacionalistas, racistas, sionistas, fascistas. Acaso para desinformar, y con certeza para causar zozobra, en ocasiones, los terroristas que son el prototipo de gente con un comportamiento antidemocrático, despliegan el terror entre personas de las clases sociales dominadoras y explotadoras, específicamente, contra empresarios o personalidades destacadas.
Asimismo, es la práctica la que se encarga de comprobar que el terrorismo es contrarrevolucionario. Incluso es un ejemplo de la antipolítica, aunque es un actor político.
Como recordó la Asamblea Permanente de los Derechos Humanos, al rechazar el atentado a la casa del Cardenal Terrazas, en Bolivia, el terrorismo fue la antesala de golpes de estado. Esta instancia al respecto dijo:
“Durante la dictadura de René Barrientos (1964-1969), el entonces Ministro de Gobierno, en la noche hacía estallar bombos en casas de opositores y partidarios de ese régimen y, al día siguiente, en conferencias de prensa, denunciaba los actos terroristas del “castrocomunismo” y de los extremistas.
Semanas antes del golpe de Hugo Banzer, el Ejército Cristiano Nacionalista (se conoce la confesión de uno de sus miembros), ejecutó actos terroristas preparatorios del golpe sangriento del 21 de agosto de 1971.
Antes del golpe narcofascista de García Meza y Arce Gómez, operadores al servicio de éstos asesinaron a Luis Espiral e hicieron estallar una bomba en El Prado de La Paz, ocasión en la que murió un adolescente y fueron heridos varios de los que asistían a una marcha”.
En ese período de la dictadura narcofascista, operaron en el país los “Novios de la muerte” (paramilitares) con integrantes extranjeros con antecedentes indudables de terroristas.
Ahora, siquiera como denuncia debemos recoger lo dicho por funcionarios del gobierno: que los terroristas de marras tenían entre sus objetivos acabar con la vida del Presidente y Vicepresidiente de la República, y del Prefecto de Santa Cruz.
Apoyados en las afirmaciones prececentes, lo esencial frente a los hechos a los que se refiere esta nota, además del esclarecimiento y castigo a los culpables (previo proceso debido), es redoblar la defensa del actual proceso y la vida de sus dirigentes y militantes más consecuentes que podrían ser los que están en la mira de terroristas los que, con mucha probabilidad, estarán agazapados hasta que se descuide la guardia que debe mantener hacia ellos.
Anticipamos que la muralla contra el terrorismo en nuestro país (que tiene un marcado sello individual), debe ser la lucha organizada, unida y consciente del pueblo.
Más todavía, la actividad de estos días, en primer lugar, de los que apoyamos el proceso y al gobierno (con las críticas inevitables a éste), debe ser nuestra participación en el más amplio esclarecimiento del contenido y la forma del terrorismo que, desde Santa Cruz, desplegó una labor criminal, la que se podría reproducir, en contra de los cambios y del gobierno.
La Paz, 18 de abril de 2009.
* Periodista
lunes, 30 de marzo de 2009
La ONU confirma que hubo matanza en Porvenir
De sábado a sábado
Remberto Cárdenas Morales*
“La histórica problemática de la tierra es uno de los factores que está en el trasfondo de los graves sucesos de Pando”, dice el informe de La Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos en Bolivia (la Oficina en el texto transcrito), la crisis política desencadenada por el Impuesto Diferenciado a los Hidrocarburos, las tomas de oficinas públicas en la denominada media luna (lo que el gobierno de Evo Morales denomina intento de golpe civil) y los referendos. Aquí reproducimos, sin las notas de pies de página, lo que aquella Oficina informa sobre el 11 de septiembre de 2008 en Porvenir y otros lugares de Pando:
“34. De acuerdo a información obtenida, luego de los primeros hechos ocurridos en la zona de Tres Barracas, vecinos de El Porvenir y partidarios de la prefectura se fueron reuniendo alrededor de una rotonda y en inmediaciones de uno de los extremos de la cancha de El Porvenir, engrosando a un primer grupo que estuvo en vigilia desde la noche anterior. Aparentemente, más gente decidió unirse a la vigilia como consecuencia de la inminente llegada de los campesinos y los rumores sobre la muerte del señor Oshiro y la retención de algunas personas por parte de los campesinos.
35. Según testigos, una vez que los campesinos llegaron a El Porvenir, y mientras la Policía entablaba conversaciones con ambos sectores con la intención de disuadirlos de posibles enfrentamientos, habrían llegado desde Cobija volquetas de la prefectura con varias decenas de personas armadas y una camioneta, también de la prefectura, con armas, varias de ellas nuevas. Asimismo, algunos partidarios de la prefectura habrían rodeado a los campesinos, avanzando por una de las calles laterales y por detrás de donde se encontraban aquéllos.
36. Ante la insistencia de los partidarios de la prefectura de verificar si en los vehículos de los campesinos se encontraban armas y/o algunas personas retenidas en Tres Barracas, personal policial, entre ellos, el entonces Comandante Departamental y una Suboficial de El Porvenir, verificaron si esta denuncia era cierta. La primera persona retenida que fue liberada indicó que había otras en los vehículos de los campesinos. Esto habría provocado que la Policía verificara nuevamente los vehículos, lo que habría derivado en la liberación de otros cinco individuos.
37. Según alegaciones de los partidarios de la prefectura que estaban cerca de la rotonda, estos habrían solicitado en varias oportunidades intervención policial para desarmar a los campesinos. Los campesinos, por su parte, se habrían sentido engañados por la Policía puesto que, según indicaron, el Comandante Departamental les habría prometido que iban a poder pasar a Cobija, pero que tenían que esperar. Esta espera fue interpretada por los campesinos como una forma de entretenerlos mientras los partidarios de la prefectura se organizaban y los rodeaban para atacarlos.
38. Versiones coincidentes señalan que, después de ser liberado el último retenido, comenzaron los disparos, aparentemente por parte de los partidarios de la prefectura desde la calle lateral derecha donde estaban situados los campesinos. Algunos testimonios también coincidentes señalan que, momentos antes de que comenzaran los disparos, la Suboficial de Policía de El Porvenir habría hecho una señal hacia uno de los lugares donde se encontraban los partidarios de la prefectura. Inmediatamente, aquellos habrían empezado a disparar.
39. Según la información e imágenes obtenidas, los disparos masivos de los partidarios de la prefectura provocaron la dispersión de los campesinos en una precipitada huida para salvar sus vidas frente a un ataque indiscriminado con armas automáticas, rifles, escopetas, revólveres y petardos. Algunos escaparon hacia el río Tahuamanu y otros intentaron esconderse en viviendas y locales comerciales. Contra quienes cruzaron o intentaron cruzar el río a nado, se disparó indiscriminadamente. La Oficina fue informada de que algo más de 60 personas (campesinos, normalistas, mujeres e, incluso, bebés) habrían sido rescatadas del río en un bote y trasladadas a una comunidad más alejada de El Porvenir. Algunos de los campesinos también habrían trepado a los árboles buscando resguardo, pero habrían sido atacados por los partidarios de la prefectura que les dispararon.
40. Además, algunos líderes campesinos habrían sido perseguidos individualmente y ejecutados. Es en estas circunstancias que habrían sido asesinados, entre otros, el señor Bernardino Racua Cordero, que habría fallecido a una cuadra del Puente Cocama (El Porvenir) horas después de la balacera por un impacto de bala en el corazón y el señor Diter Tupa Maty, quien fue encontrado muerto en el baño de la casa donde se resguardaba. Según el informe forense, la causa de la muerte de este último fue por trauma cráneo facial producido por arma de fuego. También, según el informe forense, el señor Celedonio Vazualdo García (“Basualdo” se escribe en otro lugar del informe), quien era un destacado dirigente campesino y fungía como presidente de la organización territorial de base en la comunidad Soberanía del municipio de Filadelfia, habría sido asesinado cerca del puente de Cocama por dos impactos de arma de fuego. También otras víctimas habrían sido maltratadas y golpeadas antes de ser ejecutadas. Según los informes forenses, estas personas serían el señor Félix Roca Torrez, campesino de base de la comunidad Londres (municipio de Filadelfia), y el señor Alfonso Cruz Quispe, normalista de Filadelfia.
41. Asimismo, en el material audiovisual revisado se escuchan expresiones de tinte racista contra los campesinos, como “vamos, maten a esos collas de mierda”. Igualmente, se advierte que los partidarios de la prefectura dispararon, quemaron y destruyeron seis vehículos de los campesinos y de la Alcaldía de Filadelfia.
42. La Oficina observa la desproporcionalidad de fuerza que se utilizó para agredir a los campesinos en un ataque frontal.
43. La violencia contra los campesinos se habría extendido hasta el hospital Roberto Galindo de Cobija, donde, según testimonios coincidentes, grupos numerosos de partidarios de la prefectura habrían intentado obstaculizar el ingreso de las víctimas y las habrían amedrentado física y verbalmente, al punto de hacerlas huir sin recibir la atención requerida. El personal médico y paramédico se habría visto, en gran medida, presionado por los partidarios de la prefectura para no brindar el auxilio requerido por los campesinos.
44. Otros campesinos, entre ellos 15 (13 hombres y 2 mujeres) que se habían refugiado en una vivienda, fueron sustraídos del lugar a la fuerza, arbitrariamente aprehendidos, severamente golpeados, retenidos y, luego, trasladados a la sede del Comité Cívico de Pando en Cobija donde también habrían sido brutalmente maltratados. Estos actos podrían ser considerados como tortura, ya que el dolor físico y mental y el sufrimiento habrían sido causados intencionalmente sea para obtener una confesión, con el propósito de intimidación, para coaccionar o bien con el objetivo de discriminar racialmente. Estos actos se habrían cometido por instigación o con el consentimiento o aquiescencia de funcionarios públicos del SEDCAM y de la Prefectura de Pando.
45. Algunos medios de comunicación estaban presentes en la zona principal de los disturbios en El Porvenir. Según testimonios recibidos, a los periodistas de uno de los medios de comunicación se les habría dado instrucciones de no filmar a los partidarios de la prefectura que disparaban. Otros, empero, habrían filmado todos los hechos, incluyendo los actos deliberados de malos tratos infligidos a los campesinos.
46. Así también se ha informado que varios campesinos fueron obligados por partidarios de la prefectura a “confesar” ante las cámaras que habían sido mandados por autoridades o personalidades vinculadas con el Gobierno. La forma de obligarlos a confesar fue, según testimonios, con malos tratos, incluyendo disparos a las piernas o amenazas de disparos. Esas escenas de violencia, de manera intencional, no habrían sido registradas por algunos periodistas que fueron testigos de esos procedimientos. Sin embargo, las “confesiones” fueron registradas. De comprobarse, la extracción violenta de estas confesiones constituye un acto de tortura.
47. Hasta el momento y según el Ministerio Público, los incidentes de El Porvenir y sus alrededores cobraron la vida de al menos once personas (seis campesinos y tres normalistas: 1. Bernardino Racua Cordero, 2. Diter Tupa Maty, 3. Celedonio Basualdo García, 4. Félix Roca Torrez, 5. Wilson Richard Mejía Miahata, 6. Arnoldo Gonzales Inuma, 7. Wilson Castillo Quispe, 8. Alfonso Cruz Quispe y 9. Jhonny Cari Sarzuri; y dos partidarios de la prefectura: 10. Pedro Oshiro y 11. Alfredo Robles Céspedes) y produjeron aproximadamente 50 heridos, en su mayoría campesinos, de los cuales varios heridos por arma de fuego.
48. Frente a los hechos acaecidos en El Porvenir y en el río Tahuamanu, la Oficina considera que la masacre de los campesinos y normalistas constituye una grave violación a los derechos humanos que habría sido cometida por funcionarios de la prefectura, funcionarios del SEDCAM miembros del Comité Cívico y otros partidarios de la Prefectura de Pando.
49. La justicia boliviana deberá esclarecer, respetando el debido proceso, el grado de responsabilidad, por acción u omisión, del ex prefecto del departamento de Pando y de los funcionarios de la prefectura y del SEDCAM, miembros del Comité Cívico de Pando y otros partidarios de la prefectura que habrían tenido diferentes tipos de participación en la planificación, coordinación, ejecución y desenlace de estos graves sucesos de la masacre de El Porvenir.
50. Corresponde a la justicia boliviana investigar y establecer la responsabilidad de estos mismos actores ante la ocurrencia de varios hechos ilícitos que también deben ser calificados y sancionados penalmente, inter alia, la privación ilegítima de libertad, los tratos crueles y posibles actos de tortura infligidos a varios campesinos, entre ellos, los 15 que luego fueron retenidos en la sede del Comité Cívico en Cobija; la violencia ejercida contra los campesinos en el hospital de Cobija; los actos de discriminación y racismo, también contra los campesinos, así como la destrucción y quema de sus vehículos.
51. De igual forma, la justicia boliviana deberá investigar y establecer el grado de responsabilidad de actores estatales y no estatales, entre ellos, funcionarios de la Alcaldía de Filadelfia y campesinos, respectivamente, que podrían estar implicados en atropellos que pudieran haber acaecido contra los partidarios de la prefectura.
52. Con relación a las alegaciones de que aproximadamente 13 campesinos muertos habrían sido transportados en una volqueta de la prefectura con destino desconocido, así como el asesinato de niños, esta Oficina no ha recibido información que pueda corroborar estas alegaciones. Sin embargo, dada la seriedad de las mismas, la Oficina recomienda a las autoridades del sistema de justicia boliviano que sean investigadas”.
Este informe de la ONU, confirma los de la APDHB, Defensor del Pueblo y Unasur: el 11 de septiembre del año pasado en Porvenir hubo masacre. Asimismo, desmiente tres versiones fraguadas, con certeza, por los defensores del poder regional de Leopoldo y sus amigos y de los otros autores materiales e intelectuales de la matanza: que entonces hubo enfrentamiento, que los campesinos se mataron entre ellos y que el gobierno actual montó en su servicio todo lo ocurrido en Porvenir y alrededores.
La difusión del informe precedente (el reproducido es un fragmento) debe ser una acción urgente porque coincide con los testimonios que entregan los familiares de las víctimas y de los sobrevivientes de la masacre. Además, es necesaria esa propagación porque, en Pando, los autores de la matanza de Porvenir buscan el olvido o cuando menos desdibujar esos hechos luctuosos que han cambiado sustancialmente las relaciones sociales y políticas en aquel departamento.
La Paz, 28 de marzo de 2009.
*Periodista
Remberto Cárdenas Morales*
“La histórica problemática de la tierra es uno de los factores que está en el trasfondo de los graves sucesos de Pando”, dice el informe de La Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos en Bolivia (la Oficina en el texto transcrito), la crisis política desencadenada por el Impuesto Diferenciado a los Hidrocarburos, las tomas de oficinas públicas en la denominada media luna (lo que el gobierno de Evo Morales denomina intento de golpe civil) y los referendos. Aquí reproducimos, sin las notas de pies de página, lo que aquella Oficina informa sobre el 11 de septiembre de 2008 en Porvenir y otros lugares de Pando:
“34. De acuerdo a información obtenida, luego de los primeros hechos ocurridos en la zona de Tres Barracas, vecinos de El Porvenir y partidarios de la prefectura se fueron reuniendo alrededor de una rotonda y en inmediaciones de uno de los extremos de la cancha de El Porvenir, engrosando a un primer grupo que estuvo en vigilia desde la noche anterior. Aparentemente, más gente decidió unirse a la vigilia como consecuencia de la inminente llegada de los campesinos y los rumores sobre la muerte del señor Oshiro y la retención de algunas personas por parte de los campesinos.
35. Según testigos, una vez que los campesinos llegaron a El Porvenir, y mientras la Policía entablaba conversaciones con ambos sectores con la intención de disuadirlos de posibles enfrentamientos, habrían llegado desde Cobija volquetas de la prefectura con varias decenas de personas armadas y una camioneta, también de la prefectura, con armas, varias de ellas nuevas. Asimismo, algunos partidarios de la prefectura habrían rodeado a los campesinos, avanzando por una de las calles laterales y por detrás de donde se encontraban aquéllos.
36. Ante la insistencia de los partidarios de la prefectura de verificar si en los vehículos de los campesinos se encontraban armas y/o algunas personas retenidas en Tres Barracas, personal policial, entre ellos, el entonces Comandante Departamental y una Suboficial de El Porvenir, verificaron si esta denuncia era cierta. La primera persona retenida que fue liberada indicó que había otras en los vehículos de los campesinos. Esto habría provocado que la Policía verificara nuevamente los vehículos, lo que habría derivado en la liberación de otros cinco individuos.
37. Según alegaciones de los partidarios de la prefectura que estaban cerca de la rotonda, estos habrían solicitado en varias oportunidades intervención policial para desarmar a los campesinos. Los campesinos, por su parte, se habrían sentido engañados por la Policía puesto que, según indicaron, el Comandante Departamental les habría prometido que iban a poder pasar a Cobija, pero que tenían que esperar. Esta espera fue interpretada por los campesinos como una forma de entretenerlos mientras los partidarios de la prefectura se organizaban y los rodeaban para atacarlos.
38. Versiones coincidentes señalan que, después de ser liberado el último retenido, comenzaron los disparos, aparentemente por parte de los partidarios de la prefectura desde la calle lateral derecha donde estaban situados los campesinos. Algunos testimonios también coincidentes señalan que, momentos antes de que comenzaran los disparos, la Suboficial de Policía de El Porvenir habría hecho una señal hacia uno de los lugares donde se encontraban los partidarios de la prefectura. Inmediatamente, aquellos habrían empezado a disparar.
39. Según la información e imágenes obtenidas, los disparos masivos de los partidarios de la prefectura provocaron la dispersión de los campesinos en una precipitada huida para salvar sus vidas frente a un ataque indiscriminado con armas automáticas, rifles, escopetas, revólveres y petardos. Algunos escaparon hacia el río Tahuamanu y otros intentaron esconderse en viviendas y locales comerciales. Contra quienes cruzaron o intentaron cruzar el río a nado, se disparó indiscriminadamente. La Oficina fue informada de que algo más de 60 personas (campesinos, normalistas, mujeres e, incluso, bebés) habrían sido rescatadas del río en un bote y trasladadas a una comunidad más alejada de El Porvenir. Algunos de los campesinos también habrían trepado a los árboles buscando resguardo, pero habrían sido atacados por los partidarios de la prefectura que les dispararon.
40. Además, algunos líderes campesinos habrían sido perseguidos individualmente y ejecutados. Es en estas circunstancias que habrían sido asesinados, entre otros, el señor Bernardino Racua Cordero, que habría fallecido a una cuadra del Puente Cocama (El Porvenir) horas después de la balacera por un impacto de bala en el corazón y el señor Diter Tupa Maty, quien fue encontrado muerto en el baño de la casa donde se resguardaba. Según el informe forense, la causa de la muerte de este último fue por trauma cráneo facial producido por arma de fuego. También, según el informe forense, el señor Celedonio Vazualdo García (“Basualdo” se escribe en otro lugar del informe), quien era un destacado dirigente campesino y fungía como presidente de la organización territorial de base en la comunidad Soberanía del municipio de Filadelfia, habría sido asesinado cerca del puente de Cocama por dos impactos de arma de fuego. También otras víctimas habrían sido maltratadas y golpeadas antes de ser ejecutadas. Según los informes forenses, estas personas serían el señor Félix Roca Torrez, campesino de base de la comunidad Londres (municipio de Filadelfia), y el señor Alfonso Cruz Quispe, normalista de Filadelfia.
41. Asimismo, en el material audiovisual revisado se escuchan expresiones de tinte racista contra los campesinos, como “vamos, maten a esos collas de mierda”. Igualmente, se advierte que los partidarios de la prefectura dispararon, quemaron y destruyeron seis vehículos de los campesinos y de la Alcaldía de Filadelfia.
42. La Oficina observa la desproporcionalidad de fuerza que se utilizó para agredir a los campesinos en un ataque frontal.
43. La violencia contra los campesinos se habría extendido hasta el hospital Roberto Galindo de Cobija, donde, según testimonios coincidentes, grupos numerosos de partidarios de la prefectura habrían intentado obstaculizar el ingreso de las víctimas y las habrían amedrentado física y verbalmente, al punto de hacerlas huir sin recibir la atención requerida. El personal médico y paramédico se habría visto, en gran medida, presionado por los partidarios de la prefectura para no brindar el auxilio requerido por los campesinos.
44. Otros campesinos, entre ellos 15 (13 hombres y 2 mujeres) que se habían refugiado en una vivienda, fueron sustraídos del lugar a la fuerza, arbitrariamente aprehendidos, severamente golpeados, retenidos y, luego, trasladados a la sede del Comité Cívico de Pando en Cobija donde también habrían sido brutalmente maltratados. Estos actos podrían ser considerados como tortura, ya que el dolor físico y mental y el sufrimiento habrían sido causados intencionalmente sea para obtener una confesión, con el propósito de intimidación, para coaccionar o bien con el objetivo de discriminar racialmente. Estos actos se habrían cometido por instigación o con el consentimiento o aquiescencia de funcionarios públicos del SEDCAM y de la Prefectura de Pando.
45. Algunos medios de comunicación estaban presentes en la zona principal de los disturbios en El Porvenir. Según testimonios recibidos, a los periodistas de uno de los medios de comunicación se les habría dado instrucciones de no filmar a los partidarios de la prefectura que disparaban. Otros, empero, habrían filmado todos los hechos, incluyendo los actos deliberados de malos tratos infligidos a los campesinos.
46. Así también se ha informado que varios campesinos fueron obligados por partidarios de la prefectura a “confesar” ante las cámaras que habían sido mandados por autoridades o personalidades vinculadas con el Gobierno. La forma de obligarlos a confesar fue, según testimonios, con malos tratos, incluyendo disparos a las piernas o amenazas de disparos. Esas escenas de violencia, de manera intencional, no habrían sido registradas por algunos periodistas que fueron testigos de esos procedimientos. Sin embargo, las “confesiones” fueron registradas. De comprobarse, la extracción violenta de estas confesiones constituye un acto de tortura.
47. Hasta el momento y según el Ministerio Público, los incidentes de El Porvenir y sus alrededores cobraron la vida de al menos once personas (seis campesinos y tres normalistas: 1. Bernardino Racua Cordero, 2. Diter Tupa Maty, 3. Celedonio Basualdo García, 4. Félix Roca Torrez, 5. Wilson Richard Mejía Miahata, 6. Arnoldo Gonzales Inuma, 7. Wilson Castillo Quispe, 8. Alfonso Cruz Quispe y 9. Jhonny Cari Sarzuri; y dos partidarios de la prefectura: 10. Pedro Oshiro y 11. Alfredo Robles Céspedes) y produjeron aproximadamente 50 heridos, en su mayoría campesinos, de los cuales varios heridos por arma de fuego.
48. Frente a los hechos acaecidos en El Porvenir y en el río Tahuamanu, la Oficina considera que la masacre de los campesinos y normalistas constituye una grave violación a los derechos humanos que habría sido cometida por funcionarios de la prefectura, funcionarios del SEDCAM miembros del Comité Cívico y otros partidarios de la Prefectura de Pando.
49. La justicia boliviana deberá esclarecer, respetando el debido proceso, el grado de responsabilidad, por acción u omisión, del ex prefecto del departamento de Pando y de los funcionarios de la prefectura y del SEDCAM, miembros del Comité Cívico de Pando y otros partidarios de la prefectura que habrían tenido diferentes tipos de participación en la planificación, coordinación, ejecución y desenlace de estos graves sucesos de la masacre de El Porvenir.
50. Corresponde a la justicia boliviana investigar y establecer la responsabilidad de estos mismos actores ante la ocurrencia de varios hechos ilícitos que también deben ser calificados y sancionados penalmente, inter alia, la privación ilegítima de libertad, los tratos crueles y posibles actos de tortura infligidos a varios campesinos, entre ellos, los 15 que luego fueron retenidos en la sede del Comité Cívico en Cobija; la violencia ejercida contra los campesinos en el hospital de Cobija; los actos de discriminación y racismo, también contra los campesinos, así como la destrucción y quema de sus vehículos.
51. De igual forma, la justicia boliviana deberá investigar y establecer el grado de responsabilidad de actores estatales y no estatales, entre ellos, funcionarios de la Alcaldía de Filadelfia y campesinos, respectivamente, que podrían estar implicados en atropellos que pudieran haber acaecido contra los partidarios de la prefectura.
52. Con relación a las alegaciones de que aproximadamente 13 campesinos muertos habrían sido transportados en una volqueta de la prefectura con destino desconocido, así como el asesinato de niños, esta Oficina no ha recibido información que pueda corroborar estas alegaciones. Sin embargo, dada la seriedad de las mismas, la Oficina recomienda a las autoridades del sistema de justicia boliviano que sean investigadas”.
Este informe de la ONU, confirma los de la APDHB, Defensor del Pueblo y Unasur: el 11 de septiembre del año pasado en Porvenir hubo masacre. Asimismo, desmiente tres versiones fraguadas, con certeza, por los defensores del poder regional de Leopoldo y sus amigos y de los otros autores materiales e intelectuales de la matanza: que entonces hubo enfrentamiento, que los campesinos se mataron entre ellos y que el gobierno actual montó en su servicio todo lo ocurrido en Porvenir y alrededores.
La difusión del informe precedente (el reproducido es un fragmento) debe ser una acción urgente porque coincide con los testimonios que entregan los familiares de las víctimas y de los sobrevivientes de la masacre. Además, es necesaria esa propagación porque, en Pando, los autores de la matanza de Porvenir buscan el olvido o cuando menos desdibujar esos hechos luctuosos que han cambiado sustancialmente las relaciones sociales y políticas en aquel departamento.
La Paz, 28 de marzo de 2009.
*Periodista
lunes, 2 de marzo de 2009
¿La CIA dónde deja de conspirar contra cambios que apuntan hacia una nueva sociedad?
De sábado a sábado
Remberto Cárdenas Morales*
La CIA y otros de inteligencia, organismos financieros, aparatos ideológicos (la llamada industria cultural), ciertos cooperantes tipo voluntarios de paz, agregados militares o sindicales, miembros de sectas religiosas, a veces ciudadanos corrientes y con alguna frecuencia funcionarios de gobiernos latinoamericanos y de Bolivia, cada quien en su trinchera y según su oficio, maquinan las más variopintas acciones para frustrar procesos y cambios, como los que tienen lugar en nuestra América y en nuestro país, y para mantener la dominación imperialista que, en tiempos neoliberales, era casi todopoderosa.
Procesos de reformas o con algún alcance liberador de sello boliviano (Revolución del 9 de abril de 1952, gobiernos de los generales Ovando y Torres, régimen de la UDP), a pesar de las sombras reales y aparentes, en determinados momentos de su desarrollo sufrieron, casi siempre pasivamente, la conspiración imperial. Cuando menos nunca recibieron, del imperio, apoyo ideológico, político y militar para que se consoliden y avancen.
Resulta normal que así sea. Es imposible que cambios que busquen acabar con el viejo orden reciban apoyo de los que hacen todo lo que está a su alcance para derrotar a toda transformación posible en estas tierras. Nadie que esté en su sano juicio debe esperar que la segunda y definitiva independencia de nuestra América y de Bolivia (para repetir aquella acertada consigna) triunfe con ayuda del complejo militar-industrial de Estados Unidos y, por tanto, con la asistencia de organismos como la Central de Inteligencia Americana (CIA).
La hoja de vida de la CIA y la historia de las luchas sociales y políticas de Latinoamérica se encargan de poner en evidencia que aquella agencia tiene como misión esencial la conspiración contra procesos, gobiernos y dirigentes transformadores.
Estos días, algunos medios de difusión bolivianos y correos electrónicos recuentan conspiraciones de la CIA en Bolivia y hablan de ministros de gobierno, especialmente, que según sus acciones desempeñaron labores por encargo de aquella organización de inteligencia o que fueron agentes suyos. De nuestra parte rememoramos dos hechos y nombres difundidos, más antes que ahora: la CIA por encargo de empresas petroleras de EE.UU. organizó la conspiración contra el gobierno del Gral. Alfredo Ovando, a partir de la nacionalización de la Gulf Oil. Co. (17-X-69), que aquel decidió y la mismísima CIA conspiró contra el gobierno del Gral. Juan José Torres, luego de que éste ordenó que se desarticule una oficina de enlaces (comunicaciones) que funcionó anexo al aeropuerto de El Alto y que se conocía con el nombre de Guantanamito. A ex ministros de gobierno de nuestro país, como Antonio Arguedas Mendieta (del Gral Renè Barrientos Ortuño), Jorge Gallardo Lozada (del Gral. Juan José Torres) Alfredo Arce Carpio (de Hugo Banzer Suárez), se los considera operadores de la CIA en Bolivia. Incluso a Arguedas se le concede las funciones de agente doble. A esa lista, nada decorosa, añadimos al obispo católico, Kennedy, que fue Nuncio Apostólico en La Paz, durante gobiernos del MNR y al cura Sulliván, que apoyo a “demócracristianos revolucionarios” en Cochabamba y a los que dejaban el PDC y adherían al mirismo de entonces.
Que un agente de la CIA se haya introducido en YPFB no es la novedad sorprendente, la noticia sería que se confirme que es agente de esa agencia. Mas se corre el riesgo de que nunca se llegue a descubrir con exactitud el papel de aquel posible agente de la CIA en la empresa estatal de los hidrocarburos y en otros lugares de los que se habla. Quizá una desclasificación de documentos en Estados Unidos ayude a la comprobación que ahora se intenta.
Sorprende, asimismo, la escasa o ninguna vigilancia de los organismos de seguridad del gobierno que, al parecer, fueron burlados por un agente (si en verdad es o si fue). Esa presumible falta de vigilancia debe preocupar tanto o más puesto que el probable agente de la CIA en YPFB asume la gerencia de comercialización de carburantes nada menos que por encargo del principal ex ejecutivo de esa empresa estatal.
Cabe una pregunta: ¿Por qué el ex Presidente de YPFB (detenido preventivamente) protegió al posible agente de la CIA, luego de que el presidente Morales le sugirió que lo destituya? La tolerancia de Santos Ramírez, con el presunto agente de la CIA, se puede entender como complicidad, lo que es muy grave en el comportamiento de un funcionario público que recibió el encargo de asegurar los mejores resultados en la más importante empresa estatal de los hidrocarburos.
La denuncia del Presidente de la República sobre el posible agente de la CIA, infiltrado en YPFB, si se la lee sin prejuicios (lo que es muy difícil), se debe entender como que aquel agente dificultó la comercialización de carburantes y que provocó la escasez de aquéllos.
Sin embargo, la interpretación de los opositores (matices más o menos) es que Evo Morales inventó al agente de la CIA con la intención de favorecer a su amigo y compañero de partido Santos Ramírez. Pero en el bloque gubernamental no se debe esperar que sus opositores lean la realidad o las declaraciones del Presidente con los ojos de los más lúcidos dirigentes de los movimientos sociales que apoyan al proceso y al gobierno.
Sí creemos que los gobernantes, como en otros casos, deben ser discretos respecto de los presuntos actos de corrupción en la estatal hidrocarburífera. Tienen que dejar de hablar lo que se puede entender como defensa de Santos Ramírez. Éste es el llamado a ocuparse del juicio criminal que le espera. El daño político al proceso y al gobierno, la lesión económica al Estado y a los bolivianos, provocado por los actos irregulares ocurridos y denunciados en YPFB, son gigantescos y se advierte que tienen proyección estratégica. De cómo se investigue, procese y condene a Santos Ramírez y a los otros involucrados dependerá, por ejemplo, el resultado electoral del 6 de diciembre de este año. Por ello, está planteado para el gobierno y para quienes apoyamos a éste y a los cambios revertir, en todo lo que seamos capaces, aquella lesión ocasionada por los actores de los delitos que se imputan y que aparentemente se cometieron durante la administración encabezada por S. Ramírez en YPFB.
Nadie debe sugerir siquiera que aquel probable agente de la CIA le hizo meter las patas y las manos a Santos Ramírez. Si acaso éste fue doblegado por aquel agente habrá que concluir en que el ex Presidente de YPFB carece de ideas transformadoras, que es un político sin vocación de servicio a la gente del pueblo y que su ética (si se la puede llamar así) tiene la avidez de sus bolsillos. Estaremos, por tanto, ante un personajillo indecoroso y sin principios, sujeto a la oferta y a la demanda, que sucumbió ante las taras del mercado capitalista al que se debe remplazar, según la prédica más exigente de los que impulsan los cambios de verdad.
En otras palabras: ni el Presidente de la República, ni el MAS, ni los movimientos sociales, ni los aliados de aquéllos deben defender, ni indirecta ni directamente, a Santos Ramírez y a los otros posibles mezclados en el caso YPFB.
Una vez más de nuestra parte decimos que como en Bolivia no existe el fusilamiento para Santos Ramírez, se le debe imponer la cárcel. Los indicios son suficientes como para convencernos de que él es y que otros son culpables. Debe seguir el debido proceso y todo trámite que determinan las leyes, pero también es cierto que Santos Ramírez tiene abogados y no necesita otros de oficio u oficiosos. Además, que aquél cuando menos tenga el coraje de asumir su defensa ante los tribunales de justicia.
En vez de intentos destinados a defender (directa o indirectamente) a Santos Ramírez esperamos de los gobernantes un comportamiento autocrítico. Si la CIA penetró al gobierno, sea en el Palacio Quemado o en la más modesta de sus oficinas, lo primero que tendrían que hacer los gobernantes es redoblar la guardia para que ninguna infiltración sea posible de aquí hacia adelante. Y los distraídos que no puedan descubrir la penetración de los enemigos del proceso y del gobierno, en sus filas, tendrían que pagar con el cargo tamaña falta cometida.
A nosotros nos preocupa y mucho que este gobierno sea poblado por agentes encubiertos que tienen por tarea operar en su contra. Pero nos preocupan otros “infiltrados” (o equivalentes), como los “cuadros” (dirigentes) del MNR que son parte del gobierno, según confesión de la actual jefa de ese partido (La Razón del 9 de abril de 2007). Asimismo, nos preocupan tanto o más otros funcionarios del gobierno o del Ministerio Público que operan como si fueran infiltrados y que con sus actos perjudican al gobierno. Respecto de estos otros infiltrados también es necesario montar guardia, una que no se duerma.
Empero, la conspiración del imperio debe ser vista como conjunto, no sólo como una solitaria labor de un agente encubierto de la CIA, aunque en una empresa estatal estratégica. Aquella conspiración es parte de otra gigantesca: la ideológica, de todos los días, que presenta a Bolivia como un país en el que de manera general se respetan los derechos humanos, pero que se violan otros derechos y que la producción de cocaína creció tanto en Bolivia que amenaza al mundo todo lo que, además, es amplificado por la mayoría de los medios de difusión que no tienen como límite la responsabilidad, tal como determina un convenio firmado por gobiernos de las américas. Se suma la crisis financiera que llega a Bolivia, aunque no sea todavía en la intensidad temida. No se debe descartar, asimismo, un sabotaje a le economía boliviana, la CIA sabe cómo hacerlo. La industria cultural, de la que son parte los medios de difusión, de manera global pretende inducir a pensar (a los bolivianos) en intereses ajenos a los propios y en el estilo de vida estadounidense. El inventario podría seguir. Pero digamos que ningún reduccionismo ni maximalismo sirven como orientación correcta. Ni todos los diplomáticos de EE.UU. son agentes de la CIA, ni ésta es sólo una agencia seductora sin armas para la conspiración contra los cambios que apuntan a la articulación de un Estado y de una sociedad del pueblo, por el pueblo y para el pueblo, que es lo que buscamos en Bolivia.
La Paz, 28 de febrero de 2009.
*Periodista.
Remberto Cárdenas Morales*
La CIA y otros de inteligencia, organismos financieros, aparatos ideológicos (la llamada industria cultural), ciertos cooperantes tipo voluntarios de paz, agregados militares o sindicales, miembros de sectas religiosas, a veces ciudadanos corrientes y con alguna frecuencia funcionarios de gobiernos latinoamericanos y de Bolivia, cada quien en su trinchera y según su oficio, maquinan las más variopintas acciones para frustrar procesos y cambios, como los que tienen lugar en nuestra América y en nuestro país, y para mantener la dominación imperialista que, en tiempos neoliberales, era casi todopoderosa.
Procesos de reformas o con algún alcance liberador de sello boliviano (Revolución del 9 de abril de 1952, gobiernos de los generales Ovando y Torres, régimen de la UDP), a pesar de las sombras reales y aparentes, en determinados momentos de su desarrollo sufrieron, casi siempre pasivamente, la conspiración imperial. Cuando menos nunca recibieron, del imperio, apoyo ideológico, político y militar para que se consoliden y avancen.
Resulta normal que así sea. Es imposible que cambios que busquen acabar con el viejo orden reciban apoyo de los que hacen todo lo que está a su alcance para derrotar a toda transformación posible en estas tierras. Nadie que esté en su sano juicio debe esperar que la segunda y definitiva independencia de nuestra América y de Bolivia (para repetir aquella acertada consigna) triunfe con ayuda del complejo militar-industrial de Estados Unidos y, por tanto, con la asistencia de organismos como la Central de Inteligencia Americana (CIA).
La hoja de vida de la CIA y la historia de las luchas sociales y políticas de Latinoamérica se encargan de poner en evidencia que aquella agencia tiene como misión esencial la conspiración contra procesos, gobiernos y dirigentes transformadores.
Estos días, algunos medios de difusión bolivianos y correos electrónicos recuentan conspiraciones de la CIA en Bolivia y hablan de ministros de gobierno, especialmente, que según sus acciones desempeñaron labores por encargo de aquella organización de inteligencia o que fueron agentes suyos. De nuestra parte rememoramos dos hechos y nombres difundidos, más antes que ahora: la CIA por encargo de empresas petroleras de EE.UU. organizó la conspiración contra el gobierno del Gral. Alfredo Ovando, a partir de la nacionalización de la Gulf Oil. Co. (17-X-69), que aquel decidió y la mismísima CIA conspiró contra el gobierno del Gral. Juan José Torres, luego de que éste ordenó que se desarticule una oficina de enlaces (comunicaciones) que funcionó anexo al aeropuerto de El Alto y que se conocía con el nombre de Guantanamito. A ex ministros de gobierno de nuestro país, como Antonio Arguedas Mendieta (del Gral Renè Barrientos Ortuño), Jorge Gallardo Lozada (del Gral. Juan José Torres) Alfredo Arce Carpio (de Hugo Banzer Suárez), se los considera operadores de la CIA en Bolivia. Incluso a Arguedas se le concede las funciones de agente doble. A esa lista, nada decorosa, añadimos al obispo católico, Kennedy, que fue Nuncio Apostólico en La Paz, durante gobiernos del MNR y al cura Sulliván, que apoyo a “demócracristianos revolucionarios” en Cochabamba y a los que dejaban el PDC y adherían al mirismo de entonces.
Que un agente de la CIA se haya introducido en YPFB no es la novedad sorprendente, la noticia sería que se confirme que es agente de esa agencia. Mas se corre el riesgo de que nunca se llegue a descubrir con exactitud el papel de aquel posible agente de la CIA en la empresa estatal de los hidrocarburos y en otros lugares de los que se habla. Quizá una desclasificación de documentos en Estados Unidos ayude a la comprobación que ahora se intenta.
Sorprende, asimismo, la escasa o ninguna vigilancia de los organismos de seguridad del gobierno que, al parecer, fueron burlados por un agente (si en verdad es o si fue). Esa presumible falta de vigilancia debe preocupar tanto o más puesto que el probable agente de la CIA en YPFB asume la gerencia de comercialización de carburantes nada menos que por encargo del principal ex ejecutivo de esa empresa estatal.
Cabe una pregunta: ¿Por qué el ex Presidente de YPFB (detenido preventivamente) protegió al posible agente de la CIA, luego de que el presidente Morales le sugirió que lo destituya? La tolerancia de Santos Ramírez, con el presunto agente de la CIA, se puede entender como complicidad, lo que es muy grave en el comportamiento de un funcionario público que recibió el encargo de asegurar los mejores resultados en la más importante empresa estatal de los hidrocarburos.
La denuncia del Presidente de la República sobre el posible agente de la CIA, infiltrado en YPFB, si se la lee sin prejuicios (lo que es muy difícil), se debe entender como que aquel agente dificultó la comercialización de carburantes y que provocó la escasez de aquéllos.
Sin embargo, la interpretación de los opositores (matices más o menos) es que Evo Morales inventó al agente de la CIA con la intención de favorecer a su amigo y compañero de partido Santos Ramírez. Pero en el bloque gubernamental no se debe esperar que sus opositores lean la realidad o las declaraciones del Presidente con los ojos de los más lúcidos dirigentes de los movimientos sociales que apoyan al proceso y al gobierno.
Sí creemos que los gobernantes, como en otros casos, deben ser discretos respecto de los presuntos actos de corrupción en la estatal hidrocarburífera. Tienen que dejar de hablar lo que se puede entender como defensa de Santos Ramírez. Éste es el llamado a ocuparse del juicio criminal que le espera. El daño político al proceso y al gobierno, la lesión económica al Estado y a los bolivianos, provocado por los actos irregulares ocurridos y denunciados en YPFB, son gigantescos y se advierte que tienen proyección estratégica. De cómo se investigue, procese y condene a Santos Ramírez y a los otros involucrados dependerá, por ejemplo, el resultado electoral del 6 de diciembre de este año. Por ello, está planteado para el gobierno y para quienes apoyamos a éste y a los cambios revertir, en todo lo que seamos capaces, aquella lesión ocasionada por los actores de los delitos que se imputan y que aparentemente se cometieron durante la administración encabezada por S. Ramírez en YPFB.
Nadie debe sugerir siquiera que aquel probable agente de la CIA le hizo meter las patas y las manos a Santos Ramírez. Si acaso éste fue doblegado por aquel agente habrá que concluir en que el ex Presidente de YPFB carece de ideas transformadoras, que es un político sin vocación de servicio a la gente del pueblo y que su ética (si se la puede llamar así) tiene la avidez de sus bolsillos. Estaremos, por tanto, ante un personajillo indecoroso y sin principios, sujeto a la oferta y a la demanda, que sucumbió ante las taras del mercado capitalista al que se debe remplazar, según la prédica más exigente de los que impulsan los cambios de verdad.
En otras palabras: ni el Presidente de la República, ni el MAS, ni los movimientos sociales, ni los aliados de aquéllos deben defender, ni indirecta ni directamente, a Santos Ramírez y a los otros posibles mezclados en el caso YPFB.
Una vez más de nuestra parte decimos que como en Bolivia no existe el fusilamiento para Santos Ramírez, se le debe imponer la cárcel. Los indicios son suficientes como para convencernos de que él es y que otros son culpables. Debe seguir el debido proceso y todo trámite que determinan las leyes, pero también es cierto que Santos Ramírez tiene abogados y no necesita otros de oficio u oficiosos. Además, que aquél cuando menos tenga el coraje de asumir su defensa ante los tribunales de justicia.
En vez de intentos destinados a defender (directa o indirectamente) a Santos Ramírez esperamos de los gobernantes un comportamiento autocrítico. Si la CIA penetró al gobierno, sea en el Palacio Quemado o en la más modesta de sus oficinas, lo primero que tendrían que hacer los gobernantes es redoblar la guardia para que ninguna infiltración sea posible de aquí hacia adelante. Y los distraídos que no puedan descubrir la penetración de los enemigos del proceso y del gobierno, en sus filas, tendrían que pagar con el cargo tamaña falta cometida.
A nosotros nos preocupa y mucho que este gobierno sea poblado por agentes encubiertos que tienen por tarea operar en su contra. Pero nos preocupan otros “infiltrados” (o equivalentes), como los “cuadros” (dirigentes) del MNR que son parte del gobierno, según confesión de la actual jefa de ese partido (La Razón del 9 de abril de 2007). Asimismo, nos preocupan tanto o más otros funcionarios del gobierno o del Ministerio Público que operan como si fueran infiltrados y que con sus actos perjudican al gobierno. Respecto de estos otros infiltrados también es necesario montar guardia, una que no se duerma.
Empero, la conspiración del imperio debe ser vista como conjunto, no sólo como una solitaria labor de un agente encubierto de la CIA, aunque en una empresa estatal estratégica. Aquella conspiración es parte de otra gigantesca: la ideológica, de todos los días, que presenta a Bolivia como un país en el que de manera general se respetan los derechos humanos, pero que se violan otros derechos y que la producción de cocaína creció tanto en Bolivia que amenaza al mundo todo lo que, además, es amplificado por la mayoría de los medios de difusión que no tienen como límite la responsabilidad, tal como determina un convenio firmado por gobiernos de las américas. Se suma la crisis financiera que llega a Bolivia, aunque no sea todavía en la intensidad temida. No se debe descartar, asimismo, un sabotaje a le economía boliviana, la CIA sabe cómo hacerlo. La industria cultural, de la que son parte los medios de difusión, de manera global pretende inducir a pensar (a los bolivianos) en intereses ajenos a los propios y en el estilo de vida estadounidense. El inventario podría seguir. Pero digamos que ningún reduccionismo ni maximalismo sirven como orientación correcta. Ni todos los diplomáticos de EE.UU. son agentes de la CIA, ni ésta es sólo una agencia seductora sin armas para la conspiración contra los cambios que apuntan a la articulación de un Estado y de una sociedad del pueblo, por el pueblo y para el pueblo, que es lo que buscamos en Bolivia.
La Paz, 28 de febrero de 2009.
*Periodista.
jueves, 26 de febrero de 2009
La Convergencia por los Cambios aportará en la construcción de una dirección política
De sábado a sábado
Remberto Cárdenas Morales*
La Convergencia por los Cambios (CC) considera urgente sumar su acción para defender, consolidar y profundizar el proceso de reformas avanzadas que apunte hacia una nueva sociedad socialista multinacional y multicultural, dice una plataforma de esta agrupación que, agrega, estar dispuesta a entregar su aporte a la construcción de un amplio movimiento social y político, de un frente y a la construcción de un partido marxista-leninista con aportes criollos y latinoamericanos. Y propone tareas de las que ofrecemos un resumen en este espacio:
La CC declara su propósito de aportar a la construcción de la unidad, organización y educación política del pueblo boliviano para lo que concentrará su actividad, especialmente, entre las capas medias de la población y entre los asalariados.
El propósito principal, dice, es aportar a la articulación de una dirección política colectiva, cuyo centro motriz postula que sigan siendo los movimientos sociales (la fuerza fundamental de los cambios actuales) y el MAS. Esta fuerza social reconoce el liderazgo del presidente Juan Evo Morales Ayma, comportamiento que dice compartir la CC.
En materia política, la CC, sostiene que “La nueva Constitución Política del Estado (CPE) ayudará sobre todo a la resolución de las contradicciones que afectan, en particular, a los pueblos indígenas o nacionalidades explotados y oprimidos, y a los campesinos. Sin embargo, algunas contradicciones clasistas al menos se agudizarán con la aplicación de aquella reforma jurídica y política que la CC apoya aunque de manera crítica; comportamiento que en ningún caso restringe sino que reafirma su compromiso de convertirse, junto con las vanguardias de este tiempo, en actora de primera línea de la lucha por los cambios en Bolivia”.
Recuerda que las Fuerzas Armadas y la Policía Nacional son organismos de sustentación del viejo Estado y a los que se espera sustituir, para lo que la CC propone afianzar la alianza entre las Fuerzas Armadas, los movimientos sociales, el MAS y el Presidente de la República, cuyo liderazgo es reconocido por aquellas instituciones. No obstante, es necesario avanzar hacia la organización de una fuerza propia del actual proceso Sin embargo, anota, las masas en movimiento, unidas y organizadas son la principal garantía de la defensa, consolidación y profundización del proceso que cambia a Bolivia.
Postula un nuevo Poder Judicial y plante luchar contra la corrupción.
Esta Convergencia considera que dentro del proceso boliviano la lucha de ideas resulta primordial. Por ello, sin perder de vista que el pueblo se forma políticamente en la lucha cotidiana, afirma que la formación y conciencia política también se desarrolla mediante cursos y/o talleres de diverso tipo, a lo que la CC contribuirá de manera constante.
Esa agrupación señala que aportará en la articulación de un nuevo periodismo y en la formación de nuevos medios que informen con veracidad, que ayuden a la comunicación del pueblo, que opinen con responsabilidad y que analicen con ética. Este nuevo periodismo y los actores de ese oficio, en pos de aquella meta, tienen que ubicar los verdaderos intereses regionales, populares y nacionales para defenderlos como derechos colectivos. El planteamiento comprende la difusión de ideas para “sembrar conciencia”, destinada a ganar la lucha ideológica que ayude al pueblo a defender, consolidar y profundizar los cambios en Bolivia.
La CC aportará en la elaboración de la teoría de la revolución boliviana , anota.
La recuperación plena de los recursos naturales es un quehacer inconcluso por lo que la CC participa de las acciones destinadas a rescatarlos para Bolivia y el pueblo boliviano. Una meta básica que apoya la CC es la industrialización de los minerales: acería con el hierro del Mutún, la obtención del litio metálico del salar de Uyuni, la ampliación de la fundición de minerales de estañoen Vinto, el funcionamiento de la fundición de plomo-plata de Karachipampa, entre otras.
Apoya el saneamiento de tierras agropecuarias y forestales (operación técnica, jurídica y política), la que tiene como propósito manifiesto la dotación de tierra y territorio a pueblos indígenas, campesinos y colonizadores en propiedad colectiva, la que comprende el solar campesino de propiedad individual y familiar; aquél como parte de la propiedad colectiva. (Un ejemplo es lo que ocurre ahora en Alto Parapetí).
Destaca la defensa de los recursos naturales renovables, su utilización en servicio de los bolivianos y su reposición posible y necesaria. Se trata, además, del uso y defensa de la biodiversidad, de los bosques del Beni y otros lugares (hábitat natural de los pueblos indígenas), de los recursos hídricos, como los del Silala o las salmueras del salar de Uyuni, la recuperación de los suelos erosionados, así como la búsqueda de que cese el uso irracional de otros suelos.
Sobre todo en tiempos de crisis alimentaria, como la que se vive y que afecta especialmente a los pobres (también en Bolivia), la CC es parte de la lucha tendiente a conseguir la soberanía en este rubro.
De inmediato, la CC respalda las acciones destinadas a enfrentar la crisis económica interna y la que lleva de fuera, como la inflación, la desocupación, la merma de la capacidad de compra de los bolivianos.
De lo que se trata, destaca, es de avanzar hacia la organización de una “economía de transición” que desarrolle las formas de propiedad actuales (estatal, privada, comunitaria, social-cooperativa y mixta) e incorpore una propiedad social.
La CC, en la medida de sus fuerzas, respaldará la campaña de posalfabetización “Yo, sí puedo seguir”
Apoyará, también, una reforma de la educación, también de transición, que asegure la articulación de la escuela-trabajo, de la escuela para la vida y la liberación de los bolivianos.
Será protagonista de una reforma o “revolución” universitaria que convierta a las casas de educación superior en una de las fuerzas motrices de las reformas avanzadas en Bolivia.
Buscará que el servicio de salud sea de veras universal y gratuito de modo que se supere una realidad contradictoria: médicos semiocupados o desocupados en las ciudades y enfermos sin atención en salud, sobre todo en el agro. Asimismo, se emprenderán gestiones para conseguir que la medicina “académica” comparta responsabilidades con la medicina “tradicional”.
Luchará por una ley de pensiones que materialice los principios de solidaridad, continuidad del servicio, financiado con aporte tripartito: empresarios, Estado y trabajadores.
La CC apoya el desarrollo de una política internacional soberana, como la que aplica el actual gobierno.
Respalda toda acción para alcanzar la integración de nuestros pueblos y países de Latinoamérica y del Caribe, así como la organización de mercados comunes o de instancias como Unasur, las que superan el comportamiento dependiente imperante en la OEA, especialmente otrora, para aislar a Cuba y su revolución, y para mantener la guerra comercial imperialista contra la isla socialista.
Apoya al gobierne que desarrolla relaciones internacionales solidarias, preferentemente, con Cuba, Venezuela, Ecuador, Nicaragua, Argentina, Brasil, Chile, los que cambian en beneficio, especialmente, de nuestros pueblos.
La CC es internacionalista sin reservas.
La Paz, 21 de febrero de 2009.
*Periodista
Remberto Cárdenas Morales*
La Convergencia por los Cambios (CC) considera urgente sumar su acción para defender, consolidar y profundizar el proceso de reformas avanzadas que apunte hacia una nueva sociedad socialista multinacional y multicultural, dice una plataforma de esta agrupación que, agrega, estar dispuesta a entregar su aporte a la construcción de un amplio movimiento social y político, de un frente y a la construcción de un partido marxista-leninista con aportes criollos y latinoamericanos. Y propone tareas de las que ofrecemos un resumen en este espacio:
La CC declara su propósito de aportar a la construcción de la unidad, organización y educación política del pueblo boliviano para lo que concentrará su actividad, especialmente, entre las capas medias de la población y entre los asalariados.
El propósito principal, dice, es aportar a la articulación de una dirección política colectiva, cuyo centro motriz postula que sigan siendo los movimientos sociales (la fuerza fundamental de los cambios actuales) y el MAS. Esta fuerza social reconoce el liderazgo del presidente Juan Evo Morales Ayma, comportamiento que dice compartir la CC.
En materia política, la CC, sostiene que “La nueva Constitución Política del Estado (CPE) ayudará sobre todo a la resolución de las contradicciones que afectan, en particular, a los pueblos indígenas o nacionalidades explotados y oprimidos, y a los campesinos. Sin embargo, algunas contradicciones clasistas al menos se agudizarán con la aplicación de aquella reforma jurídica y política que la CC apoya aunque de manera crítica; comportamiento que en ningún caso restringe sino que reafirma su compromiso de convertirse, junto con las vanguardias de este tiempo, en actora de primera línea de la lucha por los cambios en Bolivia”.
Recuerda que las Fuerzas Armadas y la Policía Nacional son organismos de sustentación del viejo Estado y a los que se espera sustituir, para lo que la CC propone afianzar la alianza entre las Fuerzas Armadas, los movimientos sociales, el MAS y el Presidente de la República, cuyo liderazgo es reconocido por aquellas instituciones. No obstante, es necesario avanzar hacia la organización de una fuerza propia del actual proceso Sin embargo, anota, las masas en movimiento, unidas y organizadas son la principal garantía de la defensa, consolidación y profundización del proceso que cambia a Bolivia.
Postula un nuevo Poder Judicial y plante luchar contra la corrupción.
Esta Convergencia considera que dentro del proceso boliviano la lucha de ideas resulta primordial. Por ello, sin perder de vista que el pueblo se forma políticamente en la lucha cotidiana, afirma que la formación y conciencia política también se desarrolla mediante cursos y/o talleres de diverso tipo, a lo que la CC contribuirá de manera constante.
Esa agrupación señala que aportará en la articulación de un nuevo periodismo y en la formación de nuevos medios que informen con veracidad, que ayuden a la comunicación del pueblo, que opinen con responsabilidad y que analicen con ética. Este nuevo periodismo y los actores de ese oficio, en pos de aquella meta, tienen que ubicar los verdaderos intereses regionales, populares y nacionales para defenderlos como derechos colectivos. El planteamiento comprende la difusión de ideas para “sembrar conciencia”, destinada a ganar la lucha ideológica que ayude al pueblo a defender, consolidar y profundizar los cambios en Bolivia.
La CC aportará en la elaboración de la teoría de la revolución boliviana , anota.
La recuperación plena de los recursos naturales es un quehacer inconcluso por lo que la CC participa de las acciones destinadas a rescatarlos para Bolivia y el pueblo boliviano. Una meta básica que apoya la CC es la industrialización de los minerales: acería con el hierro del Mutún, la obtención del litio metálico del salar de Uyuni, la ampliación de la fundición de minerales de estañoen Vinto, el funcionamiento de la fundición de plomo-plata de Karachipampa, entre otras.
Apoya el saneamiento de tierras agropecuarias y forestales (operación técnica, jurídica y política), la que tiene como propósito manifiesto la dotación de tierra y territorio a pueblos indígenas, campesinos y colonizadores en propiedad colectiva, la que comprende el solar campesino de propiedad individual y familiar; aquél como parte de la propiedad colectiva. (Un ejemplo es lo que ocurre ahora en Alto Parapetí).
Destaca la defensa de los recursos naturales renovables, su utilización en servicio de los bolivianos y su reposición posible y necesaria. Se trata, además, del uso y defensa de la biodiversidad, de los bosques del Beni y otros lugares (hábitat natural de los pueblos indígenas), de los recursos hídricos, como los del Silala o las salmueras del salar de Uyuni, la recuperación de los suelos erosionados, así como la búsqueda de que cese el uso irracional de otros suelos.
Sobre todo en tiempos de crisis alimentaria, como la que se vive y que afecta especialmente a los pobres (también en Bolivia), la CC es parte de la lucha tendiente a conseguir la soberanía en este rubro.
De inmediato, la CC respalda las acciones destinadas a enfrentar la crisis económica interna y la que lleva de fuera, como la inflación, la desocupación, la merma de la capacidad de compra de los bolivianos.
De lo que se trata, destaca, es de avanzar hacia la organización de una “economía de transición” que desarrolle las formas de propiedad actuales (estatal, privada, comunitaria, social-cooperativa y mixta) e incorpore una propiedad social.
La CC, en la medida de sus fuerzas, respaldará la campaña de posalfabetización “Yo, sí puedo seguir”
Apoyará, también, una reforma de la educación, también de transición, que asegure la articulación de la escuela-trabajo, de la escuela para la vida y la liberación de los bolivianos.
Será protagonista de una reforma o “revolución” universitaria que convierta a las casas de educación superior en una de las fuerzas motrices de las reformas avanzadas en Bolivia.
Buscará que el servicio de salud sea de veras universal y gratuito de modo que se supere una realidad contradictoria: médicos semiocupados o desocupados en las ciudades y enfermos sin atención en salud, sobre todo en el agro. Asimismo, se emprenderán gestiones para conseguir que la medicina “académica” comparta responsabilidades con la medicina “tradicional”.
Luchará por una ley de pensiones que materialice los principios de solidaridad, continuidad del servicio, financiado con aporte tripartito: empresarios, Estado y trabajadores.
La CC apoya el desarrollo de una política internacional soberana, como la que aplica el actual gobierno.
Respalda toda acción para alcanzar la integración de nuestros pueblos y países de Latinoamérica y del Caribe, así como la organización de mercados comunes o de instancias como Unasur, las que superan el comportamiento dependiente imperante en la OEA, especialmente otrora, para aislar a Cuba y su revolución, y para mantener la guerra comercial imperialista contra la isla socialista.
Apoya al gobierne que desarrolla relaciones internacionales solidarias, preferentemente, con Cuba, Venezuela, Ecuador, Nicaragua, Argentina, Brasil, Chile, los que cambian en beneficio, especialmente, de nuestros pueblos.
La CC es internacionalista sin reservas.
La Paz, 21 de febrero de 2009.
*Periodista
jueves, 5 de febrero de 2009
La nueva CPE es una reforma jurídica y política de la esperanza
Remberto Cárdenas Morales*
En la todavía limitada democracia en la que antes la derecha se movía a sus anchas, el pueblo que marcha con botas de siete leguas aprende y enseña mucho en un escenario al que otrora se lo convocaba a veces, y al que ahora concurre con más frecuencia y en el que ganamos como para saltar de contentos; tanto, que intelectuales que ayer coqueteaban con “las masas” y cuya obra se inspiraba en sus luchas, actualmente reniegan, por ejemplo, ante los referéndum.
Es que se altera el actual régimen democrático por la acción de los trabajadores y el pueblo, de los campesinos e indígenas especialmente, porque ellos son los actores políticos de las transformaciones, las se acentuarán con la nueva Constitución Política del Estado (CPE), destinada a convertirse en la reforma jurídica y política más importante de la transición boliviana (con las leyes que la deben complementar), pero en la medida en que se aplique sin concesiones que provoquen regresiones. Si para lograr ese objetivo es necesario un acuerdo político gobierno-oposición, que se establezca, pero de él tienen que ganar las regiones, el pueblo y el país.
Se trata, pues, del alumbramiento de otra institucionalidad y de otra legalidad, las que no sólo tienen que ser amamantadas y creer, sino que deben vencer la resistencia de la derecha, en sus más distintas variantes, la que tiene apoyo del imperialismo. Esa nueva institucionalidad y esa nueva legalidad, al fin de cuentas, se convertirán en dominantes un día, por ello resulta un lamento agónico el de voceros del viejo orden que reclaman respeto al derecho de las minorías. Éstas tienen derecho a existir, incluso según las recientes reglas. Sin embargo, de las viejas reglas, una no tiene que sepultarse: las minorías se tienen que someter a las mayorías, de acuerdo al llamado juego democrático en el que todavía convivimos y en el que luchamos. Pero en Bolivia es el tiempo de la mayoría de “poncho y ojotas” que ocupa de manera creciente el escenario boliviano, como en la canción que le rinde tributo a Moto Méndez (“Ay compadre Moto Méndez/héroe de poncho y ojotas/con tu muñón escribiste/con letras rojas la historia”).
Aquel principio y esa práctica la derecha olvida cuando pierde elecciones, pero otros de ese bloque aprenden. Un ex Presidente (en campaña electoral anticipada) dijo de manera implícita que ellos están empeñados en organizar otra mayoría para ganarle a Evo Morales, si a éste le va mal, en diciembre de este año. Ésa es una confesión de parte que se debe tomar en serio. Lo andado por el actual proceso no debe creerse irreversible y dejarse estar, es urgente hacer lo contrario de aquel refrán: hazte de fama y échate en cama. Por ello, hay que seguir la lucha con el estímulo de la fama.
A propósito de estímulos, debemos avanzar sustentados en la victoria popular, en los más de dos millones de electores que votamos por los cambios y contra el latifundio. Mas, una larga lista de analistas, en diversos tonos, dicen o sugieren, que el gobierno de Evo Morales ganó el 25 de enero, pero que se fortaleció la oposición. Otras lisuras se reiteran después de la victoria de los pobres sobre los pocos ricos, esencia de la contienda de este tiempo, la que no es otra cosa que lucha de clases, de naciones y de pueblos. Los perdedores se animan a decir que la nueva CPE es antidemocrática e ilegal, y que hay que reformarla (cuando el constituyente Román Loayza habló de cambios de la posible CPE, aquellos “razonadores” de la derecha respondieron que la propuesta de aquel dirigente campesino mostraba, entre otras cosas peores, un propósito totalitario del gobierno y del MAS.
El debate con aquella intelectualidad, que se aferra al pasado (a lo que también tiene derecho), debe seguir porque todavía es de bajo vuelo.
Sobre estas afirmaciones ensayamos una respuesta: En las últimas décadas en Bolivia no hubo una participación del 90 por ciento de los electores, ni hubo una victoria electoral más democrática que la del 25 de enero, con referendos en los que aquellos más de dos millones votamos por los cambios y para que la propiedad agraria no exceda las 5.000 hectáreas. Sobre esta última decisión (aunque los votos en blanco son muchos, no cuentan en términos electorales) importa mucho decir que en todos los departamentos la votación por aquella extensión máxima de la propiedad de la tierra es mayor que los votos en contra de la nueva CPE. Agregamos que a pesar de esa decisión (contraria al latifundio y por los cambios), las fuerzas del pueblo no alcanzan, en este momento, para la revolución agraria que falta, sobre todo porque en Bolivia, todo el poder, no es del pueblo todavía. Aquella tendrá su momento y a nuestra legítima desesperación debemos morigerarla. Las revoluciones agrarias son parte indisoluble de las otras que transforman la política, la economía, la sociedad, la cultura, toda la formación social. Pero para esas revoluciones se necesita razón y fuerza suficientes (si se acepta este giro periodístico).
Sobre las “ilegalidades” cometidas en la gestación de la nueva CPE, lo que supone romper cristales institucionales, es cierto que hubo y hay bastante de aquello, especialmente, con la aprobación de la nueva Ley Fundamental. Con ésta se sustituye (o se sustituirá, y con lucha) una parte sustancial de la legalidad y de la institucionalidad de viejo cuño, la que defienden los desplazados del poder del que medraron, con ambas manos, durante décadas.
Pensamos que no se debe callar un propósito manifiesto ahora que crece la esperanza con la nueva CPE. Los cambios también quieren decir otra legalidad, otra institucionalidad, otra democracia: la democracia de y para las mayorías.
Acerca de la mayoría, sin embargo, no debemos conformarnos con el apoyo que tienen los cambios en esta patria la que, en primer lugar, es de los que luchan todos los días (los imprescindibles, de acuerdo a Bertolt Brecht) para que pocos patrones dejen de hacer de ella un próspero negocio y con trabajo de otros: hablamos de los que les gusta llamarse “productores”, cuando en realidad son los que reciben un mísero salario los únicos que producen un nuevo valor, precisamente cuando trabajan. (“Me matan si no trabajo/ y si trabajo me matan”, coreaban los años 70 del siglo XX ciertos profesionales que llamaron a votar por el no. A los que vemos ahora de cuerpo entero, con su falsía al viento, la que estuvo oculta para algunos distraídos).
Conocemos testimonios de dirigentes campesinos de Pando que aclaran el porqué allí votaron más por las 5.000 hectáreas que por la nueva CPE. Sucede que en ese departamento el poder, del ex Prefecto y sus socios o palos blancos, todavía no se desmontó como soñamos. Allí el gobierno no hizo construir ni una casa de las prometidas; no compró castaña de los recolectores y productores pequeños debido a lo cual éstos siguen vendiendo aquel fruto a los empresarios grandes; tampoco garantiza la convivencia pacífica, con soluciones reales, a los lugareños sencillos que siguen perseguidos y amenazados por los que ejercen el poder regional pandino. En la nota anterior dijimos que las promesas incumplidas influyeron en compatriotas que apoyan los cambios, pero se desalientan ante la desatención de un gobierno al que, a pesar de todo, respaldan en tanto impulsa cambios, pero que reprueban de aquél que las “obras” comprometidas sean palabras apenas.
Ante esa realidad preocupante, la gestión gubernamental tiene que ser retomada en todo ámbito para lograr que sea más efectiva. Son innumerables los ejemplos de ineficiencia e ineficacia que se pueden citar. Empero, baste decir que lo que ocurre con el plan de vivienda es un ejemplo de lo que no se debe hacer.
Otro caso es la administración, errática hasta este momento, de YPFB. Un resultado de ello es que, probablemente, disminuyó la producción de petróleo y gas en un 30 por ciento: a eso debe ponerse punto final. La destitución del presidente de aquella empresa estatal, Santos Ramírez (que parece no ser tan santo), empieza a explicar el porqué aquella administración “chambona”. La intervención a YPFB, esperamos que ayude en la ejecución sin dilaciones del anuncio del Presidente de la República: investigar, procesar y sancionar a los principales ejecutivos de la empresa estatal que lo merezcan. Es lo menos que se debe hacer para resarcir siquiera en parte el daño político y el posible perjuicio económico. La moraleja inicial es que no se debe dejar a cualquier gato a que cuide la carnicería ¡y qué carnicería!
Los que estamos en el llano y apoyamos al proceso y al gobierno, en las buenas y en las malas, tenemos que aportar a la organización, a la unidad y a la reafirmación de la conciencia política de los alzados que cambian Bolivia, a pesar de todo.
Con preferencia debemos trabajar enre las capas medias. Dijimos antes que éstas tienen que realizarse dentro y como parte del actual proceso. La única ruina (hay que confesarlo) tiene que llegar a los pocos millonarios que sienten que no sólo pierden referendos, sino privilegios, y sólo dejan de ganar como antes, porque tampoco pierden como aseguran.
Una tarea fundamental tenemos entre todas las otras: participar, con los recursos a nuestro alcance, de la difusión y de la lucha de ideas, avisados de que las ideas que no se conocen, no luchan, como dice la Federación Latinoamericana de Periodistas (Felap).
Difusión y lucha de ideas para afirmar a los partidarios de los cambios, para ganar a los que se alejan a costa de mentiras, para convencer de nuevo a los que se descorazonan frente a las dificultades y los actos de corrupción, y al menos para problematizar a los que defienden intereses que no son los suyos. En suma, para sembrar conciencia en todos ellos. Así contribuiremos a la defensa, consolidación y profundización de los cambios en Bolivia, seguros de que con la nueva CPE crece la esperanza.
La Paz, 31 de enero de 2009.
*Periodista
En la todavía limitada democracia en la que antes la derecha se movía a sus anchas, el pueblo que marcha con botas de siete leguas aprende y enseña mucho en un escenario al que otrora se lo convocaba a veces, y al que ahora concurre con más frecuencia y en el que ganamos como para saltar de contentos; tanto, que intelectuales que ayer coqueteaban con “las masas” y cuya obra se inspiraba en sus luchas, actualmente reniegan, por ejemplo, ante los referéndum.
Es que se altera el actual régimen democrático por la acción de los trabajadores y el pueblo, de los campesinos e indígenas especialmente, porque ellos son los actores políticos de las transformaciones, las se acentuarán con la nueva Constitución Política del Estado (CPE), destinada a convertirse en la reforma jurídica y política más importante de la transición boliviana (con las leyes que la deben complementar), pero en la medida en que se aplique sin concesiones que provoquen regresiones. Si para lograr ese objetivo es necesario un acuerdo político gobierno-oposición, que se establezca, pero de él tienen que ganar las regiones, el pueblo y el país.
Se trata, pues, del alumbramiento de otra institucionalidad y de otra legalidad, las que no sólo tienen que ser amamantadas y creer, sino que deben vencer la resistencia de la derecha, en sus más distintas variantes, la que tiene apoyo del imperialismo. Esa nueva institucionalidad y esa nueva legalidad, al fin de cuentas, se convertirán en dominantes un día, por ello resulta un lamento agónico el de voceros del viejo orden que reclaman respeto al derecho de las minorías. Éstas tienen derecho a existir, incluso según las recientes reglas. Sin embargo, de las viejas reglas, una no tiene que sepultarse: las minorías se tienen que someter a las mayorías, de acuerdo al llamado juego democrático en el que todavía convivimos y en el que luchamos. Pero en Bolivia es el tiempo de la mayoría de “poncho y ojotas” que ocupa de manera creciente el escenario boliviano, como en la canción que le rinde tributo a Moto Méndez (“Ay compadre Moto Méndez/héroe de poncho y ojotas/con tu muñón escribiste/con letras rojas la historia”).
Aquel principio y esa práctica la derecha olvida cuando pierde elecciones, pero otros de ese bloque aprenden. Un ex Presidente (en campaña electoral anticipada) dijo de manera implícita que ellos están empeñados en organizar otra mayoría para ganarle a Evo Morales, si a éste le va mal, en diciembre de este año. Ésa es una confesión de parte que se debe tomar en serio. Lo andado por el actual proceso no debe creerse irreversible y dejarse estar, es urgente hacer lo contrario de aquel refrán: hazte de fama y échate en cama. Por ello, hay que seguir la lucha con el estímulo de la fama.
A propósito de estímulos, debemos avanzar sustentados en la victoria popular, en los más de dos millones de electores que votamos por los cambios y contra el latifundio. Mas, una larga lista de analistas, en diversos tonos, dicen o sugieren, que el gobierno de Evo Morales ganó el 25 de enero, pero que se fortaleció la oposición. Otras lisuras se reiteran después de la victoria de los pobres sobre los pocos ricos, esencia de la contienda de este tiempo, la que no es otra cosa que lucha de clases, de naciones y de pueblos. Los perdedores se animan a decir que la nueva CPE es antidemocrática e ilegal, y que hay que reformarla (cuando el constituyente Román Loayza habló de cambios de la posible CPE, aquellos “razonadores” de la derecha respondieron que la propuesta de aquel dirigente campesino mostraba, entre otras cosas peores, un propósito totalitario del gobierno y del MAS.
El debate con aquella intelectualidad, que se aferra al pasado (a lo que también tiene derecho), debe seguir porque todavía es de bajo vuelo.
Sobre estas afirmaciones ensayamos una respuesta: En las últimas décadas en Bolivia no hubo una participación del 90 por ciento de los electores, ni hubo una victoria electoral más democrática que la del 25 de enero, con referendos en los que aquellos más de dos millones votamos por los cambios y para que la propiedad agraria no exceda las 5.000 hectáreas. Sobre esta última decisión (aunque los votos en blanco son muchos, no cuentan en términos electorales) importa mucho decir que en todos los departamentos la votación por aquella extensión máxima de la propiedad de la tierra es mayor que los votos en contra de la nueva CPE. Agregamos que a pesar de esa decisión (contraria al latifundio y por los cambios), las fuerzas del pueblo no alcanzan, en este momento, para la revolución agraria que falta, sobre todo porque en Bolivia, todo el poder, no es del pueblo todavía. Aquella tendrá su momento y a nuestra legítima desesperación debemos morigerarla. Las revoluciones agrarias son parte indisoluble de las otras que transforman la política, la economía, la sociedad, la cultura, toda la formación social. Pero para esas revoluciones se necesita razón y fuerza suficientes (si se acepta este giro periodístico).
Sobre las “ilegalidades” cometidas en la gestación de la nueva CPE, lo que supone romper cristales institucionales, es cierto que hubo y hay bastante de aquello, especialmente, con la aprobación de la nueva Ley Fundamental. Con ésta se sustituye (o se sustituirá, y con lucha) una parte sustancial de la legalidad y de la institucionalidad de viejo cuño, la que defienden los desplazados del poder del que medraron, con ambas manos, durante décadas.
Pensamos que no se debe callar un propósito manifiesto ahora que crece la esperanza con la nueva CPE. Los cambios también quieren decir otra legalidad, otra institucionalidad, otra democracia: la democracia de y para las mayorías.
Acerca de la mayoría, sin embargo, no debemos conformarnos con el apoyo que tienen los cambios en esta patria la que, en primer lugar, es de los que luchan todos los días (los imprescindibles, de acuerdo a Bertolt Brecht) para que pocos patrones dejen de hacer de ella un próspero negocio y con trabajo de otros: hablamos de los que les gusta llamarse “productores”, cuando en realidad son los que reciben un mísero salario los únicos que producen un nuevo valor, precisamente cuando trabajan. (“Me matan si no trabajo/ y si trabajo me matan”, coreaban los años 70 del siglo XX ciertos profesionales que llamaron a votar por el no. A los que vemos ahora de cuerpo entero, con su falsía al viento, la que estuvo oculta para algunos distraídos).
Conocemos testimonios de dirigentes campesinos de Pando que aclaran el porqué allí votaron más por las 5.000 hectáreas que por la nueva CPE. Sucede que en ese departamento el poder, del ex Prefecto y sus socios o palos blancos, todavía no se desmontó como soñamos. Allí el gobierno no hizo construir ni una casa de las prometidas; no compró castaña de los recolectores y productores pequeños debido a lo cual éstos siguen vendiendo aquel fruto a los empresarios grandes; tampoco garantiza la convivencia pacífica, con soluciones reales, a los lugareños sencillos que siguen perseguidos y amenazados por los que ejercen el poder regional pandino. En la nota anterior dijimos que las promesas incumplidas influyeron en compatriotas que apoyan los cambios, pero se desalientan ante la desatención de un gobierno al que, a pesar de todo, respaldan en tanto impulsa cambios, pero que reprueban de aquél que las “obras” comprometidas sean palabras apenas.
Ante esa realidad preocupante, la gestión gubernamental tiene que ser retomada en todo ámbito para lograr que sea más efectiva. Son innumerables los ejemplos de ineficiencia e ineficacia que se pueden citar. Empero, baste decir que lo que ocurre con el plan de vivienda es un ejemplo de lo que no se debe hacer.
Otro caso es la administración, errática hasta este momento, de YPFB. Un resultado de ello es que, probablemente, disminuyó la producción de petróleo y gas en un 30 por ciento: a eso debe ponerse punto final. La destitución del presidente de aquella empresa estatal, Santos Ramírez (que parece no ser tan santo), empieza a explicar el porqué aquella administración “chambona”. La intervención a YPFB, esperamos que ayude en la ejecución sin dilaciones del anuncio del Presidente de la República: investigar, procesar y sancionar a los principales ejecutivos de la empresa estatal que lo merezcan. Es lo menos que se debe hacer para resarcir siquiera en parte el daño político y el posible perjuicio económico. La moraleja inicial es que no se debe dejar a cualquier gato a que cuide la carnicería ¡y qué carnicería!
Los que estamos en el llano y apoyamos al proceso y al gobierno, en las buenas y en las malas, tenemos que aportar a la organización, a la unidad y a la reafirmación de la conciencia política de los alzados que cambian Bolivia, a pesar de todo.
Con preferencia debemos trabajar enre las capas medias. Dijimos antes que éstas tienen que realizarse dentro y como parte del actual proceso. La única ruina (hay que confesarlo) tiene que llegar a los pocos millonarios que sienten que no sólo pierden referendos, sino privilegios, y sólo dejan de ganar como antes, porque tampoco pierden como aseguran.
Una tarea fundamental tenemos entre todas las otras: participar, con los recursos a nuestro alcance, de la difusión y de la lucha de ideas, avisados de que las ideas que no se conocen, no luchan, como dice la Federación Latinoamericana de Periodistas (Felap).
Difusión y lucha de ideas para afirmar a los partidarios de los cambios, para ganar a los que se alejan a costa de mentiras, para convencer de nuevo a los que se descorazonan frente a las dificultades y los actos de corrupción, y al menos para problematizar a los que defienden intereses que no son los suyos. En suma, para sembrar conciencia en todos ellos. Así contribuiremos a la defensa, consolidación y profundización de los cambios en Bolivia, seguros de que con la nueva CPE crece la esperanza.
La Paz, 31 de enero de 2009.
*Periodista
martes, 27 de enero de 2009
RITO, RUTINA Y PODER
Más allá del Sí y el No
“… en Oruro, para asegurar la victoria, también hicieron bendecir el texto con agua bendita en las graderías del templo del Socavón” (Periódico La Prensa. Suplemento Referendos Dirimente y Aprobatorio. La Paz. Domingo 25 de Enero de 2009. P. 2)
Mandato, hacia todos lados y en toda dirección, se convierte en trabajo para ejercer una nueva vida constitucional, porque ofrece actitud directa de consecuencia y consentimiento con la nueva realidad política del país. Especialmente para quienes votamos, no implica una simple o ficticia rutina, figura democrática de lo mismo; sino sentimiento decisivo de acción, por eso éste está siendo momento de locura ritual colectiva que, más allá de cualquier contradicción radical, permite fusionar nuestra descomposición institucional pública, algunos comportamientos intentando quizás recuperar su fachada de transición perdida y en crisis, y la destrucción, inevitable, de su máscara, renovando el pacto y la promesa de cambio por muchos años. Sea Sí como No, nuestra realidad de rutina política está variando y puede hacerlo todavía más.
Escuchamos todavía argumentos, que tienen que ver con sentimientos casi personales, de amor propio, de grupo o fratriarquía, vestiduras confundidas con factores éticos y jurídicos, impotentes de comprender y seguir institucionalmente que, al final de cuentas, sus mismas emociones apelan desde la diferencia; sin embargo hoy, como nunca, voto y ley interpela más bien a todos y todas desde nuestras conciencias.
No cabe duda lo imperativo que resulta, para nuestra sociedad diferenciada en millones de individuos, familias, grupos, comunidades y pueblos, votar y construir, adaptarse al ritmo de transformaciones que promete una Nueva Constitución Política del Estado, para librar un viraje de transición pacífica y profunda.
Quienes, protagónicamente, habitamos este nuevo y vasto territorio de transformaciones concientes, poseemos al cuerpo como base de todo recurso energético y catalizador de ejercicio individual y colectivo. Especialmente un cuerpo aprisionado, atado y oprimido por lazos religiosos y jurídico-políticos, precisa decidirse él mismo a desatar lacras, mentiras y egoísmos muy humanamente disfrazados con valores o principios éticos y morales que asimismo se alimentan de una obra cualquiera de destrucción y construcción de algo que no se sabe bien, pero que no necesariamente implica la misma lógica o rutina de poder.
Aquel mandato de ser hombres y mujeres nuev@s siempre, interpela igualmente lo que justificamos como cimientos silenciosos de alguna conciencia y razón dada a nuestra mirada como única; pero, necesitamos renovar siempre nuestra mirada para compatibilizar y construir dignamente nuestra cotidianidad histórica.
Estar a la altura de lo que vendrá, sin conocer a ciencia cierta nada, merece nuestra escucha activa para una estrategia que es el cambio, así pues una vez que votamos estamos preparados para admitir y construir desde muchas estrategias procesos hacia todos lados y en toda dirección.
De allí que es inusual pero importante contar con ambas versiones de nuestra decisión, ya que más allá de esta guerra del Sí y No, lo que cuenta es nuestra intuición colectiva por otro mundo, diferente y nuevo. Aquí y para tod@s.
Carlos E. Brañez C
“… en Oruro, para asegurar la victoria, también hicieron bendecir el texto con agua bendita en las graderías del templo del Socavón” (Periódico La Prensa. Suplemento Referendos Dirimente y Aprobatorio. La Paz. Domingo 25 de Enero de 2009. P. 2)
Mandato, hacia todos lados y en toda dirección, se convierte en trabajo para ejercer una nueva vida constitucional, porque ofrece actitud directa de consecuencia y consentimiento con la nueva realidad política del país. Especialmente para quienes votamos, no implica una simple o ficticia rutina, figura democrática de lo mismo; sino sentimiento decisivo de acción, por eso éste está siendo momento de locura ritual colectiva que, más allá de cualquier contradicción radical, permite fusionar nuestra descomposición institucional pública, algunos comportamientos intentando quizás recuperar su fachada de transición perdida y en crisis, y la destrucción, inevitable, de su máscara, renovando el pacto y la promesa de cambio por muchos años. Sea Sí como No, nuestra realidad de rutina política está variando y puede hacerlo todavía más.
Escuchamos todavía argumentos, que tienen que ver con sentimientos casi personales, de amor propio, de grupo o fratriarquía, vestiduras confundidas con factores éticos y jurídicos, impotentes de comprender y seguir institucionalmente que, al final de cuentas, sus mismas emociones apelan desde la diferencia; sin embargo hoy, como nunca, voto y ley interpela más bien a todos y todas desde nuestras conciencias.
No cabe duda lo imperativo que resulta, para nuestra sociedad diferenciada en millones de individuos, familias, grupos, comunidades y pueblos, votar y construir, adaptarse al ritmo de transformaciones que promete una Nueva Constitución Política del Estado, para librar un viraje de transición pacífica y profunda.
Quienes, protagónicamente, habitamos este nuevo y vasto territorio de transformaciones concientes, poseemos al cuerpo como base de todo recurso energético y catalizador de ejercicio individual y colectivo. Especialmente un cuerpo aprisionado, atado y oprimido por lazos religiosos y jurídico-políticos, precisa decidirse él mismo a desatar lacras, mentiras y egoísmos muy humanamente disfrazados con valores o principios éticos y morales que asimismo se alimentan de una obra cualquiera de destrucción y construcción de algo que no se sabe bien, pero que no necesariamente implica la misma lógica o rutina de poder.
Aquel mandato de ser hombres y mujeres nuev@s siempre, interpela igualmente lo que justificamos como cimientos silenciosos de alguna conciencia y razón dada a nuestra mirada como única; pero, necesitamos renovar siempre nuestra mirada para compatibilizar y construir dignamente nuestra cotidianidad histórica.
Estar a la altura de lo que vendrá, sin conocer a ciencia cierta nada, merece nuestra escucha activa para una estrategia que es el cambio, así pues una vez que votamos estamos preparados para admitir y construir desde muchas estrategias procesos hacia todos lados y en toda dirección.
De allí que es inusual pero importante contar con ambas versiones de nuestra decisión, ya que más allá de esta guerra del Sí y No, lo que cuenta es nuestra intuición colectiva por otro mundo, diferente y nuevo. Aquí y para tod@s.
Carlos E. Brañez C
martes, 20 de enero de 2009
Votemos sí por la CPE de los pobres
El proyecto de Constitución Política del Estado (CPE) fue redactado con el aporte de organizaciones políticas y sociales de nuestro país por lo que afirmamos que se trata de un documento del pueblo boliviano y que resume, especialmente, los intereses de los pobres.
La nueva CPE será una reforma jurídica y política fundamental que influirá positivamente para que siga cambiando la sociedad, la economía, la cultura en Bolivia.
Esa Ley Fundamental aportará a la resolución de las contradicciones que afectan, especialmente, a los pueblos indígenas, pero también ayudará a superar otras contradicciones que mantienen la explotación de otras clases sociales.
Aquel documento contiene derechos para todos los bolivianos, aunque con preferencia por los postergados de siempre porque de varios de esos derechos, incluso ahora que vivimos y/o protagonizamos cambios, sectores sociales y políticos privilegiados todavía son los principales beneficiarios de esos derechos. Ahora en cambio el pueblo, los pobres, tenemos la posibilidad cierta de seguir la lucha para que esos derechos se materialicen, aunque en varios casos habrá necesidad de conar con recursos materiales para que aquéllos se hagan realidad plena.
Confiemos en que la nueva CPE sedrá un instrumento de lucha en la recuperación del patrimonio de los bolivianos: los recursos mineros, varios de los cuales siguen explotados por empresas transnacionales y sus socios internos; los recursos naturales renovables, como los bosques; otros como el litio del salar de Uyuni, las aguas del Silala, la biodiversidad.
Las insuficiencias de la nueva CPE podrán enmendarse, pero para eso se necesitará más fuerza de la que el pueblo acumuló hasta este momento.
Votemos sí porque así lo haremos por el pueblo, por los pobres, por sí mismos porque el proyecto de CPE concentra los intereses de los trabajadores, del pueblo y del país, de campesinos e indígenas, de manera preferente.
También votemos para que, en lo sucesivo, nadie tenga más de 5.000 hectáreas de tierra. Así nos aproximaremos a que la tierra sea del que la trabaja personalmente y no del que la hace trabajar con asalariados.
La Paz, enero de 2009.
La nueva CPE será una reforma jurídica y política fundamental que influirá positivamente para que siga cambiando la sociedad, la economía, la cultura en Bolivia.
Esa Ley Fundamental aportará a la resolución de las contradicciones que afectan, especialmente, a los pueblos indígenas, pero también ayudará a superar otras contradicciones que mantienen la explotación de otras clases sociales.
Aquel documento contiene derechos para todos los bolivianos, aunque con preferencia por los postergados de siempre porque de varios de esos derechos, incluso ahora que vivimos y/o protagonizamos cambios, sectores sociales y políticos privilegiados todavía son los principales beneficiarios de esos derechos. Ahora en cambio el pueblo, los pobres, tenemos la posibilidad cierta de seguir la lucha para que esos derechos se materialicen, aunque en varios casos habrá necesidad de conar con recursos materiales para que aquéllos se hagan realidad plena.
Confiemos en que la nueva CPE sedrá un instrumento de lucha en la recuperación del patrimonio de los bolivianos: los recursos mineros, varios de los cuales siguen explotados por empresas transnacionales y sus socios internos; los recursos naturales renovables, como los bosques; otros como el litio del salar de Uyuni, las aguas del Silala, la biodiversidad.
Las insuficiencias de la nueva CPE podrán enmendarse, pero para eso se necesitará más fuerza de la que el pueblo acumuló hasta este momento.
Votemos sí porque así lo haremos por el pueblo, por los pobres, por sí mismos porque el proyecto de CPE concentra los intereses de los trabajadores, del pueblo y del país, de campesinos e indígenas, de manera preferente.
También votemos para que, en lo sucesivo, nadie tenga más de 5.000 hectáreas de tierra. Así nos aproximaremos a que la tierra sea del que la trabaja personalmente y no del que la hace trabajar con asalariados.
La Paz, enero de 2009.
Convergencia por los Cambios
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